El Parlamento de Cantabria ha sido hoy escenario del tradicional canto de las marzas. Coincidiendo con el primer día del mes de marzo más de un centenar de marceros de la Ronda de Torrelavega, Ronda Las Fuentes y Ronda Altamira han llamado a la puerta de la institución, como manda la tradición, para invocar la primavera con coplas costumbristas cántabras.
Los marceros han llegado cantando a la calle Alta y han solicitado el permiso del presidente de la institución, Joaquín Gómez, quien les ha abierto la puerta acompañado por el presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, y el vicepresidente Pablo Zuloaga. "Ave María, señores, buenas noches les dé el cielo, a las puertas nos tenéis a los mozos de otros pueblos", ha comenzado diciendo el presentador del acto. "Damos marzas", ha respondido el presidente quien ha subrayado que es un honor recibir en este Parlamento una de las tradiciones cántabras "más veteranas" y ver que aún hay cántabros "que se comprometen a mantener esta noche de marzas".
Gómez ha resaltado este primer día de marzo que conmemora el final del invierno y la llegada de la primavera "y que frente a la oscuridad de los meses más fríos del año supone el renacer con esa primera luna".
Por ello, ha calificado esta noche "de canto y alegría" como "una metáfora de la esperanza, del anuncio de buenas nuevas que ha sido y es costumbre ir notificando de puerta en puerta".
El presidente de la Cámara se ha referido a la tradición masculina de la cuadrilla de marceros compuesta en origen por mozos solteros. "Hoy, en el siglo XXI" -ha defendido- "bien está que la tradición sea mantenida y reivindicada sin exclusiones por todas las cántabras y cántabros que quieran sumarse".
Gómez ha finalizado considerando que esta tradición "tiene que ser heredada y mantenida por los más jóvenes" y por ello desde las instituciones "debemos proteger, divulgar y contribuir a que esto sea así".
Por su parte, el presidente Revilla ha recordado las marzas de su infancia, "una de las ilusiones del año" que finalizaban con una cena en la escuela al calor de la lumbre. En este sentido, se ha mostrado partidario de no perder la tradición en un mundo "que va demasiado deprisa" y ha destacado que la consejera de Educación, Marina Lombó, ya ha introducido la tradición en las escuelas cántabras "porque tiene que haber gente de repuesto". "Hay que animar a la gente a que ame las tradiciones, si las perdemos no somos nada"- ha dicho- "por eso yo soy un entusiasta de todo lo que sea la cultura popular".
El vicepresidente Pablo Zuloaga ha subrayado la ilusión con la que los marceros "nos trasladan a los tiempos de nuestros padres y abuelos", y ha considerado "fundamental" que las instituciones públicas de Cantabria hagan "todos los esfuerzos" por conservar las tradiciones "que son arraigo en nuestra comunidad y motivo de identidad y orgullo para tantas generaciones". Asimismo, ha subrayado el carácter de bien inmaterial de las marzas "que obliga a la sociedad en general y a las instituciones en particular a velar porque no se pierdan". Para finalizar ha pedido reconocer el valor de las personas que han mantenido esta tradición a lo largo de los años.
Aguinaldo
Las rondas, además, mantienen la tradición de ser obsequiadas con un aguinaldo. Costumbre que ha cumplido el Parlamento entregando alimentos a los marceros para que ser donados a las entidades sociales, contribuyendo así a la solidaridad como un elemento más de la tradición, la música y el acervo cultural propio.
