La ludoteca de verano de Campoo de Yuso cerrará sus puertas el próximo 14 de septiembre, tras clumplir con los objetivos que desde el Consistorio vienen marcando: fomentar la conciliación familiar y lograr el entretenimiento, disfrute y participación de los más pequeños, ofreciendo así alternativas de ocio y tiempo libre durante los meses de verano.
Este año, más de medio centenar de niños de entre 3 y 12 años han pasado por la ludoteca que ya suma 16 años de servicio gratuito en Campoo de Yuso.
En la presente edición, la ludoteca abrió sus puertas el día 26 de junio como lugar de encuentro y diversión para los niños y jóvenes del municipio. Bajo la supervisión de una profesora de Primaria y una monitora de Tiempo Libre, los asistentes han disfrutado de todas las actividades programadas, así como de las salidas realizada al Parque Mitológico de Mina Pepita y al mini zoo de la Magdalena.
Según explica la concejala responsable de área, Noelia González, los asistentes han permanecido una media de entre 15 y 20 diarios. "Hay pequeños que asisten todo el día y otros solo de mañana o de tarde. Acuden voluntariamente y cuando las familias nos lo reclaman", afirma.
Según palabras del regidor municipal, Eduardo Ortiz, "los responsables públicos debemos estar volcados, además de gestionar otros servicios, en atender a la juventud y a los mayores de los pueblos, verdadera herencia y futuro de esta tierra campurriana".
"El de la ludoteca es un proyecto con una gran acogida por parte de los vecinos y que se viene desarrollando ya desde hace muchos años, lo que permite a los padres conciliar la vida laboral, vacaciones escolares y el tiempo libre de sus hijos, teniendo la certeza de que se encuentran en buenas manos", concluye.
Las antiguas escuelas de Orzales
La ludoteca se desarrolla en las antiguas escuelas de Orzales, cuya rehabilitación se acometió ya hace casi dos décadas con el permiso de la Junta Vecinal y con el apoyo económico del Ayuntamiento y del Leader Plus.
El edificio rehabilitado y puesto en servicio, a orillas del pantano del Ebro, estaba en estado ruinoso. Las obras de estas antiguas escuelas, con una superficie de unos 80 metros cuadrados, se iniciaron con el montaje de la cubierta, para continuar con toda la obra del exterior del inmueble, con la limpieza exhaustiva de la piedra, además del cambio de todas las carpinterías e instalaciones del edificio, especialmente la eléctrica, junto con la de fontanería y saneamiento.