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Actualidad | Campoo de Yuso

Lanchares apuesta por la tradición de los zamarrones

Lanchares apuesta por la tradición de los zamarrones

Foto de archivo de la localidad de Lanchares nevada, al fondo, con el Pantano del Ebro en primer término./ Ayto. Campoo de Yuso

Las mascarada, que recupera su origen y alma ancestral, se celebrará este sábado

Los vecinos de Lanchares y el Ayuntamiento de Campoo de Yuso se preparan para celebrar este sábado, 2 de marzo, los Zamarrones de 2019. Se apuesta así por la tradición con un programa que comenzará, a partir de las 17.00 horas, desde el centro de la localidad, con un recorrido que llevará a los zamarrones por las casas de la localidad pidiendo el aguinaldo. 

Los hombres del pueblo, ataviados con pieles de animales y campanos, provocarán la mayor algarabía posible, detrás de ellos irán varias mujeres tocando la pandereta y con los trajes más típicos del pastoreo, la ganadería vacuna o la agricultura. A continuación desfilarán los niños con los trajes que se han ido manteniendo desde tiempos inmemoriales, la pareja de la guardia civil, el segador, el militar, "el vieju" y "la vieja", el cura del pueblo, el médico y sus ayudantes y desfilarán los mozos del pueblo, los mayores de dieciséis años no casados, que disfrazados de obispo y curas perseguirán a toda la comitiva, representando la prohibición que de este tipo de festejos llevaba a cabo la iglesia, pues en sus inicios era una fiesta pagana.

Todos portarán máscaras hechas artesanalmente y también les acompañará en el desfile, un burro con alforjas donde guardar los aguinaldos que den los vecinos, a base de productos de la matanza del chón, morcilla, tocino, chorizo, y también huevos o patatas, según explica Fernando Ruiz, coordinador de los zamarrones de Lanchares.

Los vecinos de Lanchares, con el apoyo de la Junta Vecinal del pueblo y el Ayuntamiento de Campoo de Yuso restablecen la esencia de esta mascarada tradicional que se ha celebrado desde siempre en el pueblo, pero recuperando su origen y alma ancestral.

Una tradición continua

Los zamarrones de Lanchares, a diferencia de otras mascaradas, prácticamente no ha tenido discontinuidad en el tiempo. De una manera discreta pero continua, se han seguido celebrando en esta aldea campurriana.

Con una historia que se pierde en los albores de los tiempos, se celebra en este pueblo apartado entre las Montañas Cantábricas y el Pantano del Ebro, una ceremonia cargada de atavismo y valor patrimonial.

Los vecinos de Lanchares, su Junta Vecinal y el Ayuntamiento de Campoo de Yuso trabajan en documentar, proteger y preservar para el futuro esta fiesta ancestral de Campoo de Yuso.

Desde el Ayuntamiento de Campoo de Yuso, municipio rico en patrimonio cultural inmaterial, se realizó una investigación de carácter etnológico impulsada por Miguel Ángel Toca Gutiérrez, con la intención de, más que recuperar, poner en valor una de sus tradiciones más singulares: los zamarrones de Lanchares. Esta costumbre, con un marcado origen prerromano, marcha en línea con el desarrollo de otras festividades similares, tanto en Cantabria (La Vijanera de Silió, Los Carabeos de Valdeprado del Río, El Antruido de Piasca, etc.), como del resto de la Península Ibérica y, por supuesto, de Europa. Eso sí, se pretende realizar cierto hincapié sobre las características propias, con las que cuentan estos zamarrones, como valor de cierta singularidad.

La Asociación Cultural Amigos de la Vijanera ha apoyado y ayudado a los vecinos para orientar la mascarada y ser fieles a la tradición de este patrimonio etnográfico inmaterial.

Esta tradición perdura en la mente de los más mayores de la localidad como una mascarada tradicional, celebrada justo antes de la cuaresma. En ella los mozos (hombres y mujeres) de dieciséis años o más se vestían originariamente con pieles de ovejas, ropajes viejos y máscaras, recordando en cierto modo a la tipología de zamarrón negro. El objetivo de la actividad consistía en salir a recorrer las calles de la localidad, el martes de carnaval o Antruido, generando gran algarabía, mientras los mozos y mozas cantaban coplas y se acercaban casa por casa para solicitar un aguinaldo. Hoy en día la festividad de los zamarrones se había pervertido un tanto, hasta transformarse casi en una muestra más del carnaval moderno, pero con ciertos rasgos que sin duda todavía recuerdan al tradicional. Así perduraba gracias a la labor de los más pequeños del pueblo que, procesionalmente, recorren Lanchares solicitando con sus disfraces contemporáneos el tan ansiado aguinaldo.

Este estudio antropológico, ha permitido reconstruir y depurar la celebración, recuperando su origen y evitando contaminaciones modernas de los carnavales actuales.

La iniciativa de los vecinos de Lanchares, con la ayuda del Ayuntamiento de Campoo de Yuso, se apoya en la recogida de testimonios, análisis de los hechos y contextualización de los mismos, con el objetivo de preservar este magnífico legado original. Para ello se vale, además del análisis científico bibliográfico, de entrevistas a testigos y participantes directos en dicha tradición. Sobre estos cimientos se los Zamarrones de Lanchares retornan a su origen.