Justino Pérez celebra hoy un día muy especial. El vecino de Reinosa cumple nada menos que 105 años. Una efeméride extraordinaria para un hombre que ha sido testigo directo de los acontecimientos más importantes del último siglo.
Pérez nació en Barriopalacio (Valdeolea) el 20 de octubre de 1920, en una España muy distinta a la de hoy. Con apenas 18 años formó parte de la conocida Quinta del Biberón, aquellos jóvenes que fueron llamados al frente durante la Guerra Civil Española. Como tantos otros de su generación, tras el conflicto aún tuvo que cumplir con el servicio militar obligatorio, una doble carga que marcó profundamente a los hombres de su quinta.
Ya licenciado, entró a trabajar en la cantera de Cementos en Alfa, en Mataporquera, como barrenista donde realizó sus labores durante 32 años interrumpidos. Justino se enamoró de Inés, vecina de Hoyos, con la que se casó y tuvo dos hijas (Angelines y Lena) que le han dado tres nietos.
Hasta que se quedó viudo residió en varias localidades de Valdeolea, aunque desde hace ya unos cuantos años vive en Reinosa, con sus hijas.
A pesar de las dificultades vividas, Justino ha sido siempre un ejemplo de fortaleza, humildad y memoria viva de nuestra historia reciente. Su longevidad y lucidez siguen sorprendiendo a todos los que le rodean.
Ejemplo de vitalidad, el centenario acude asiduamente al Centro de Mayores de Reinosa a tomar un café y a leer el periódico y disfruta especialmente de los jueves, cuando toca baile. Este pasado jueves, día 16, bailó con compañeras del Centro unos paodobles.
Hoy, familiares, amigos y vecinos le rinden homenaje con todo el cariño que merece.
¡Feliz cumpleaños, Justino, y gracias por compartir tu vida y tu historia con todos nosotros!