El mes de julio ha resultado lluvioso en Cantabria. Con carácter general, se ha recogido más del doble de la precipitación esperada en este mes. Sin embargo, la distribución sobre el territorio ha sido irregular como consecuencia del origen tormentoso de una parte importante de la lluvia caída. Por ejemplo, mientras que la estación de Tama recogió en todo el mes menos de 25 mm -un 10% menos de lo normal- en doce días de precipitación; Tresviso totalizó más de 110 mm -un 90% por encima de lo normal-, en veintiún días de lluvia. El principal episodio tuvo lugar el día 11, cuando las tormentas dejaron más de 50 mm en San Vicente, San Felices, Torrelavega, Santander, Puente Viesgo y Villacarriedo, entre otras estaciones. Algunos de estos episodios tormentosos dejaron precipitaciones de intensidad torrencial: en Treto el día 11; en Castro Urdiales el 1,12 y 20; en Reinosa el 15; en San Felices de Buelna el día 11; en Santander los días 4,12 y 19; en la estación de Altamira los días 4 y 12; en San Vicente de la Barquera el 11; en Alto Miera el 1 y el 13; en Torrelavega el 12; en Tresviso el 1 y el 19; en Polientes, 8 y 13; y en Villacarriedo los días 1 y 11. Atendiendo al total mensual, las mayores precipitaciones se han registrado en Torrelavega y Altamira donde se han superado los 200 mm -más de tres veces la precipitación esperada el mes de julio-.
Las temperaturas se han mantenido por encima de los valores normales, tanto las máximas como las mínimas. En Santander-Ojáiz, se han superado los 25ºC en doce días; y también en doce ocasiones, las temperaturas nocturnas no bajaron de 18º C. La insolación estuvo ligeramente por debajo de los valores normales. En el Aeropuerto de Santander se ha visto el sol durante 176 h, un 6% menos de lo que se espera en julio, en promedio.
El viento recorrió 7.644 km durante el mes, en torno a lo esperado, y se apreció mayor frecuencia de la componente oeste.
Se detectaron más de 3.800 descargas procedentes de rayos sobre la región, en 13 días de tormenta, diez en la primera quincena. Los días 1 y 15 fueron los de mayor actividad eléctrica, con más de 900 y 1.200 descargas respectivamente, aunque las tormentas más eficientes -con mayor precipitación- fueron las del día 11.
Descripción sinóptica
La primera semana estuvo caracterizada por la presencia de una borrasca sobre la Península Ibérica acompañada de embolsamiento frío en niveles altos. Los días siguientes se restableció el régimen anticiclónico en el Atlántico, pero el aporte de aire cálido en superficie procedente de África, y la circulación del oeste en niveles altos favoreció la inestabilidad atmosférica sobre la región y la repetición de tormentas, precipitaciones fuertes y abundante actividad eléctrica. La última decena se extendió el anticiclón en cuña sobre el Cantábrico.