Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Naturaleza | Campoo

Jesús Garzón, saber conservar para no perder

El prestigioso naturalista participó en las 'Jornadas Naturcampoo 2014'

El naturalista Jesús Garzón acudió esta semana a la Sala de la Chimenea de La Casona de Reinosa para participar en las Jornadas Naturcampoo 2014, organizadas por El Cañón, y que cuentan con la colaboración de los ayuntamientos de Campoo de Enmedio y Reinosa, donde planteó la importancia y los beneficios para el medio ambiente que se derivan del fomento de la trashumancia.

A su juicio, esta práctica milenaria es fundamental para conservar los ecosistemas manteniendo la biodiversidad, controlar la erosión y desertización, prevenir los incendios forestales, y todo ello reivindicando el pastoreo como modelo de negocio para que los jóvenes consideren esta forma de vida como una opción muy válida para un futuro sostenible.

Durante su intervención, Garzón, presidente de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, con sede en Cabezón de la Sal, ilustró con sus comentarios el corto documental ‘Las dos primaveras', de María Zubelzu, y a continuación rememoró uno de los viajes trashumantes realizados en 2010 -a través de una serie de diapositivas-, que comenzó en la comarca de La Serena en Badajoz hasta La Rioja, en el que guiaron a un rebaño ovino de unas 1.500 cabezas por las cañadas y caminos de la Península durante un mes.

Esta iniciativa supone "un aprovechamiento óptimo de los recursos naturales" que, sumada a todas las actividades relacionadas con la trashumancia y el pastoreo, contribuye a "conservar una cultura con una antigüedad de 8.000 años en la Península Ibérica, para mantener una red de caminos ganaderos con más de 125.000 kilómetros de longitud, que abarcan 420.000 hectáreas, y que de lo contrario se perdería", alertó.

Adaptación al medio.

El naturalista apuntó como uno de los principales motivos para recuperar esta práctica milenaria al cambio climático, porque las elevadas temperaturas y las sequías que estas acarrean condicionan que la ganadería extensiva española se tenga que adaptar al cambio climático desplazándose por los diferentes caminos.

"Administración anquilosada".

Asimismo, denunció la situación de "una administración anquilosada más preocupada en destinar fondos públicos para beneficios privados", y consideró que vivimos en una época de "alarma generalizada", donde "los poderes políticos establecen convenios que desmantelan una sociedad que hasta ahora venía siendo equilibrada".

Desde su punto de vista, hay dos problemas fundamentales. Por un lado, "la Administración no vela por la conservación", situación a la que hay que añadir "la descoordinación y la falta de acuerdo" entre las diferentes comunidades autónomas por las que transitan los rebaños, en un contexto carente de una legislación que facilite y fomente la práctica de las trashumancia.

En este sentido, Garzón señaló que con la Política Agraria Común, para el periodo 2014-2020, se abre una nueva etapa "clave para el impulso del desarrollo rural y vital para generar empleo para jóvenes y mantener así el relevo generacional".

Aunque no se mostró muy optimista porque, aunque todavía no es definitivo, apunta que "la nueva PAC dejará fuera de la zona de pastoreo espacios tradicionales de matorral y bosque destinados a este uso".

Tres millones de ovejas para crear 5.000 puestos de trabajo.

Desde la Asociación Trashumancia y Naturaleza han solicitado al Ministerio que ponga en las cañadas tres millones de cabezas de ganado, que según cálculos de la asociación, permitiría la creación de 5.000 puestos de trabajo, tomando como media rebaños de unas 600 cabezas, de las que podrían vivirían dos familias.

Garzón matizó que este nuevo modelo nace con la intención de que cada rebaño se convierta en una empresa, y trabajando de manera conjunta entre ellas, podrían turnarse para disfrutar de su correspondiente periodo de vacaciones. Algo que hasta ahora que no se producía dada la idiosincrasia de modelo de explotación ganadero tradicional.

El naturalista recordó que hasta el siglo XIX había cinco millones de cabezas trashumantes, de las cuales se han perdido tres millones entre la cabaña ovina y caprina -las mismas que se pretenden recuperar- y en total se ha pasado de 25 a 17 millones de cabezas.

"Ya no se ven rebaños en los campos y hay que recuperar la superficie pastable", sentencia el presidente de la asociación, desde donde abogan "por una ganadería sin fronteras políticas".

"Máquinas de fertilizar".

Como curiosidad, Garzón apuntó que cada oveja genera al día hasta 5 kilos de estiércol para abonar los campos, lo que en un rebaño de miles de ovejas supondría millones de semillas diarias, que permiten recuperar plantas y evitar la desertización y erosión del suelo.

Además, precisó que la trashumancia es compatible con la caza, porque cuando concluye una es cuando comienza la otra, y después del pastoreo el campo se encuentra mejor abonado, con estiércol que regenera la tierra, e incluso los animales en libertad pueden alimentarse con las piedras de sal que se abandonan en el campo, repartidas originalmente por los pastores para su ganado.

Por otra parte, al mover los rebaños se regeneran las especies arbóreas, ya que si el ganado está siempre en el mismo sitio se comen las raíces y no permiten el crecimiento y la regeneración de nuevos árboles, como ocurría anteriormente en las dehesas de encina extremeñas.

Estudiar para pastor.

Trasladando esta práctica a la ganadería local, el naturalista sugirió que una opción sería que fuesen los ganaderos campurrianos quienes tengan sus propios rebaños en la montaña y que sean ellos mismos los que realicen el viaje trashumante hacia el sur.
Según Garzón, "la educación es el gran arma para defender a través del conocimiento un futuro sostenible para el patrimonio único de la montaña de Campoo".

A su juicio es necesario que los centros educativos contemplen como alternativa una educación reglada relacionada con el pastoreo. "Ofrecer la posibilidad de que los jóvenes sean ganaderos", y es que Garzón subrayó que "el sector primario es fundamental, hay que ser un ejemplo de gestión ganadera y no podemos dejar que un territorio, manejado perfectamente durante siglos, se degrade por falta de iniciativas sencillas como esta".

Proyectos ilusionantes.

Además de mencionar esa falta de descoordinación entre administración y criticar sin tapujos el destino de fondos públicos para intereses que nada velan por la conservación, se remitió a nuevos proyectos como el Life Econnect de Alto Campoo de reforestación y al programa de recuperación del urogallo en la Cordillera Cantábrica como "una esperanza para una nueva generación de jóvenes con conocimiento, sensibilidad y vocación" para salvaguardar el medio ambiente.

En esta línea señaló que es necesario "facilitar la apertura administrativa, para que sea más participativa y que respete el entorno, y no destinar fondos públicos para destruir valores irrecuperables".

"Hacedor de imposibles".

Antes de que el naturalista iniciase su intervención, fue presentado por Nacho Zubelzu como "una leyenda viva y hacedor de imposibles, capaz de mandar, parar y templar", y es que ‘Suso' Garzón posee una dilatada trayectoria dedicada a la conservación y la sostenibilidad de los espacios naturales de la Península Ibérica. Entre otras iniciativas y cargos, ha sido director general de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura entre 1984 y 1987, promotor del Parque de Monfragüe y del Parque de Oyambre, investigador de fauna ibérica amenazada, fundador del Fondo de Patrimonio Natural Europeo y ARCA, de la Asociación Concejo de la Mesta y de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, director del proyecto LIFE para la recuperación de la trashumancia y en 2007 organizó el I Encuentro Mundial de pastores Nómadas y Trashumantes.

Un currículo que le ha hecho valedor de diversos galardones como son el Premio Europa Nostra por la creación la creación del Parque Monfragüe (1984) y otro por el del Parque de Oyambre (1989), el premio de la Fundación F.V.S. de Hamburgo para Investigadores extranjeros, Caballero de la Real Orden del Arca de Oro del Gobierno de Holanda, y más recientemente ha sido distinguido por el Fondo por la Defensa de la Naturaleza (Fondena), y este año le han otorgado el Premio Fundación BBVA a las Actuaciones en Conservación de la Biodiversidad en España en su novena edición.