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Opinión

¿Incomprendidos, inconscientes o irresponsables?

¿Incomprendidos, inconscientes o irresponsables?

Mientras España se convierte en el líder mundial en vacunación contra el coronavirus, los contagios siguen disparados entre la población más joven y se teme un nuevo colapso en los hospitales

Con la llegada del verano y el final del curso escolar, los jóvenes se lanzaron a la calle para celebrar sus EBAUS, sus graduaciones y sus fiestas varias. Había tantas ganas de recobrar la normalidad que ésta llegó en forma de aluvión de contagios masivos. La noche de San Juan sirvió de pistoletazo de salida a un mar de eventos multitudinarios que, en pocas semanas, ha tirado por tierra los muchos esfuerzos de confinamiento y mil restricciones que comenzaron allá por marzo de 2020. La guinda, la pusieron los diferentes gobiernos que, al flexibilizar las medidas para favorecer al sector servicios, favorecieron la retirada de la mascarilla en el exterior y permitieron la apertura al ocio nocturno: una especia de tormenta perfecta.

El debate está en todos los sectores de la sociedad, pero llama la atención que ni el gobierno, ni los medios de comunicación más poderosos no critiquen con más dureza los reiterados comportamientos inconscientes e irresponsables de una parte de la juventud que nos ha metido de cabeza en una quinta ola de contagios y nos ha devuelto los toques de queda, las hospitalizaciones y los ingresos en la UCI que terminan con decenas de muertos.

El virólogo argentino, Pedro Cahn, afirma sabiamente que una epidemia es como un incendio. No hay salidas individuales, sino responsabilidad y solidaridad social. No le falta razón, pero parecen conceptos opuestos.

Los jóvenes son egoístas porque en la familia y en la sociedad se favorecen este tipo de comportamientos.
El sistema educativo no es capaz de suplir lo que debe ser una obligación familiar y la educación social y la falta de responsabilidad colectivas son carencias evidentes de nuestra juventud (consideremos juventud a la franja 14 - 29 años); por eso no es de extrañar que la tasa nacional en estas edades sea cuatro veces mayor, superando los 1.000 puntos en la mayoría de las CC.AA con poblaciones muy afectadas en varias regiones (Cantabria entre ellas).

Desde mi punto de vista el Gobierno actúa con demasiada tibieza ante esta situación y ha apostado hasta ahora por un mensaje más conciliador que crítico y culpabilizador.

Piden cautela y procuran empatizar. De seguir con esta apuesta, me permito la licencia de sugerir al Ministerio de Sanidad que utilice otros canales para lanzar sus campañas de sensibilización. Que lo hagan a través de los youtubers y las influencers, de Instagram y Facebook porque nuestros gobernantes parecen desconocer que la gran mayoría de nuestros jóvenes no ven ningún telediario. Están al margen de las malas noticias. Ahí se explica buena parte de sus actos. Es más un tema de inconsciencia que de irresponsabilidad. O seguramente uno lleva a lo otro.

Curiosamente esta franja de edad respetó las medidas higiénico-sanitarias mientras estuvieron abiertos los centros educativos, pero la calle y la sensación de que esto no va con ellos echó por tierra el trabajo de miles de profesores. Poco a poco han perdido el miedo al virus. Saben que si algún amigo se ha contagiado no le ha pasado nada y que, como mucho, sólo ha estado confinado unos días y prácticamente sin síntomas.

También es probable que muchos se sientan arrastrados por su grupo y puedan sentir cierto desprecio si son públicamente precavidos. Ya se sabe que es muy importante ser aceptado. Probablemente cada uno se comportaría de otra manera en soledad, pero en grupo, hay que seguir las leyes no escritas. Inconsciencia en todo caso.

La triste realidad a día de hoy es que los contagios en la franja juvenil están disparados poniendo en peligro la vida de sus familiares y de otras personas. Es doloroso pensar que todos los esfuerzos del personal sanitario, de los encargados de controlar la propagación del virus, de tantas personas responsables se haya caído como un castillo de naipes.

Seguramente que el momento de su vacuna coincida con el final del verano. Que sea cuanto antes porque si no habrá sexta ola.

(Norberto García Moreno es maestro y licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Desde 1992 a 1996 fue director del colegio Casimiro Sainz y ahora lo es del IES Montesclaros de Reinosa, donde imparte clases desde 1996).

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