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Actualidad | Caso Pokemon

Diego: "Sobre mí se puede cuestionar todo, pero jamás mi honestidad e integridad"

Diego:

El presidente ha explicado en el Parlamento que la reserva en un balneario asturiano en agosto de 2010 fue hecha a su nombre y con su tarjeta, y que Henry Laíño abonó la factura "sin nuestro conocimiento ni consentimiento"

"De mí se puede cuestionar todo aquello que se considere, pero lo que jamás se podrá cuestionar es mi honestidad, integridad, lealtad, constancia y compromiso. Son los principios que rigen todo mi comportamiento y en los que baso la relación diaria con mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo y, por supuesto, con los cántabros".

Este es el mensaje que el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, transmitió ayer a los ciudadanos de Cantabria mediante su comparencia, a petición propia, en el Pleno del Parlamento regional para explicar las informaciones aparecidas recientemente en varios medios de comunicación relativas a varios procesos judiciales abiertos (Caso Pokemon) y a su estancia en el hotel balneario Las Caldas de Oviedo en agosto de 2010, cuando ocupaba el cargo de diputado y presidente del Grupo Parlamentario Popular.

Tras aclarar que no ha recibido "notificación alguna de ningún órgano judicial", Diego ha acreditado ante la Cámara, mostrando certificados del banco y del propio hotel, todos los detalles en cuanto a fechas, acompañantes (su esposa, el consejero Francisco Rodríguez, entonces portavoz del Grupo Popular en el Parlamento, y la mujer de éste) y gastos derivados de aquella estancia en el balneario asturiano, cuya reserva -ha explicado- fue hecha por él mismo y a su nombre, para lo cual aportó como garantía su tarjeta de crédito personal.

El presidente, que ha también ha dado cuenta de otras estancias similares en diferentes balnearios antes y después de aquella de agosto de 2010, práctica ésta, la de acudir a establecimientos termales, que suele realizar habitualmente para "desconectar" de su actividad pública, ha detallado todos y cada uno de los gastos realizados del 13 al 16 de agosto en este alojamiento de Las Caldas, en el que ha estado en más de una ocasión. Concretamente, ha reconocido que el último día, cuando fue a pagar la factura, la recepción del mismo les indicó, para su "sorpresa", que el pago había sido abonado por el señor Henry Laíño "sin nuestro conocimiento ni consentimiento".

A partir de ahí, ha relatado cómo se hizo con el teléfono de Laíño, con quien coincidió en el desayuno del día 16 y a quien conocía por su relación con personas vinculadas a su círculo de amistades personales, para "exigirle" que rectificara el hecho producido, a lo que éste se negó de manera reiterada aludiendo a "razones de cortesía".

"Y ante lo incómodo de la situación, termino por desistir, en gran parte porque creía haberlo intentado todo en ese momento y, por otra parte, porque ni entonces ni después le concedí trascendencia alguna", ha indicado Diego, asegurando, además, que se enteró recientemente de que Henry Laíño actuó en aquella fecha en calidad de directivo de la empresa Aquagest y no a título individual.

"Esto es exactamente lo que ocurrió el 16 de agosto de 2010, la verdad de los hechos dicha por alguien que jamás faltaría a la verdad ante los cántabros", ha señalado el jefe del Ejecutivo, que también ha reconocido haberse llevado una "desagradable sorpresa" al comprobar que "hay quien pretende establecer relación" entre el pago de la estancia en el hotel de Las Caldas con la privatización de la gestión del Servicio Municipal de Aguas de El Astillero en favor de la empresa Aguas del Norte, actualmente perteneciente a Aquagest, durante la época en la que fue alcalde de este Ayuntamiento.

Según ha relatado, "esa relación no existe" y, para acreditarlo, ha puesto a disposición de todos los cántabros, a través de sus diputados, los diferentes contratos establecidos entre el Ayuntamiento de El Astillero y la empresa, que certifican que la privatización del Servicio de Aguas se produce en 1988, siendo alcalde del municipio Censuro Ayllón.

También se ha referido a quienes pretenden "desviar" sus energías de todo aquello que no sea resolver los problemas de los ciudadanos: "Procuraré que no lo consigan", ha apostillado.

Finalmente, ha asegurado que "nunca" ha faltado a la verdad en el ejercicio de sus funciones como gestor público y que, por esta misma certeza, los ciudadanos le eligieron mayoritariamente en 2011, "porque exigían una persona sin tacha" en la que poder confiar y que les dijera siempre la verdad de los hechos.

"En este presidente de Cantabria tendrán siempre a ese líder que exigen", ha concluido Ignacio Diego, apelando a valores como la "honestidad y transparencia" que le han llevado a comparecer hoy ante los representantes de la sociedad cántabra y sobre los que se asienta su "credo político".

No convence a la oposición

Las explicaciones del presidente no convencieron ni a regionalistas ni a socialistas. El PRC, que se había mantenido al margen de la polémica, rompió su silencio en el Parlamento y reconoció el beneficio de la duda a Diego, aunque con muchos matices. El portavoz regionalista, Rafael de la Sierra, cree que hay "algunas incongruencias" en la versión de Diego, aunque su partido esperará a que se pronuncien los jueces. "Tiene usted la presunción de inocencia y se la reconozco sin ambages", dijo, aunque si lo que esperaba era "salir del pleno con una especie de sentencia absolutoria, se ha equivocado. No somos jueces, aunque los hechos son de extrema gravedad".

La dirigente socialista Eva Díaz Tezanos tampoco dio crédito al relato de Diego y tildó de "insostenible" su versión. "Le invitaron y se dejó invitar. Tuvo bastante tiempo para pagar y no lo hizo. ¿Por qué se dejó invitar? ¿Por qué esa empresa consideró que le debía esa invitación?", cuestionó una y otra vez al presidente. "Su defensa la basa en que no tenía cargo en el Gobierno, pero ¿le parece poco ser el presidente del partido que gobernaba en la mitad de los ayuntamientos de Cantabria?", insistió Díaz Tezanos, tras señalar que la conducta de Diego es "como poco, éticamente condenable y públicamente impresentable".