El Consejo de Gobierno ha aprobado la semana pasada el encargo a Tragsa de los tratamientos para el control de la procesionaria del pino durante la fase larvaria durante tres meses con un presupuesto de 71.337 euros.
Según han apuntado desde el Ejecutivo regional, el mejor momento para actuar es cuando se encuentra en las primeas fases de su desarrollo dado que aún no han ocasionado importantes daños por defoliación.
Así, la finalidad es "disminuir el número de individuos, bajar los niveles de infestación y proteger las masas de pino frente a posibles aumentos poblacionales incontrolados de este insecto, especialmente en repoblados jóvenes".
