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Sociedad | Campoo

Generosidad y tecnología al servicio de los más expuestos

Vecinos de la comarca crean desde sus casas 412 pantallas protectoras por impresión 3D que ya han sido repartidas entre sanitarios y los colectivos cuya actividad no cesa ante el coronavirus

Soluciones de particulares para problemas globales. Desde la semana pasada, una docena de vecinos de Campoo, entre los que se encuentran profesores del Colegio San José y de FP del IES Montesclaros, llevan encerrados en sus cuartos produciendo a contrarreloj y mediante impresión 3D pantallas protectoras para contribuir a mejorar las condiciones en materia de salud laboral de aquellos colectivos más expuestos al contagio del COVID-19. Un escudo para los sanitarios pero también para muchos otros profesionales que deben guardar una distancia prudencial con sus clientes, a los que tienen que hacer llegar productos de primera necesidad pero que un hecho tan inocente como entregar una barra de pan puede convertirse en un grave problema.

Así, surgió un movimiento espontáneo entre varias personas que ya se conocían y disponían de una impresora 3D en sus hogares y centros de trabajo. Una vez detectada esa necesidad, sumada a sus ganas de colaborar para frenar esta crisis sanitaria, crearon un grupo a través de la aplicación móvil Telegram, desde donde se coordinan, aunando esfuerzos y conocimientos, para fabricar un elemento protector cuyo diseño se basa en el modelo recomendado por el 112 Cantabria, y que se está convirtiendo a su vez en un codiciado artículo de primera necesidad para los comercios y servicios básicos de la comarca, que cada día reciben una nueva remesa.

Visera a visera, ya alcanzan la admirable cifra de 412 y van a seguir fabricando más para la tranquilidad de aquellos trabajadores que se lo están solicitando. De momento, ya han equipado al personal de Hospital Tres Mares y al del Centro de Salud Campoo, 061, Policía Local y Guardia Civil de Reinosa, a varios agentes de Tráfico o a Protección Civil. También han llegado a las dos residencias de ancianos de Reinosa, las de Mataporquera, Polientes, Lantueno y hasta Molledo. En los últimos días, sectores de la alimentación como panaderías, carnicerías, los supermercados Cooperativa San Sebastián, Lupa y Agropal ya cuentan con su pantalla protectora individual, al igual que el servicio de Correos, estancos, dentistas y negocios de limpieza que se han añadido en los últimos días.

Son más de cuarenta negocios los que, en tiempos de cuarentena, confían en estas pantallas para realizar una labor fundamental que, mientras dure la pandemia, se ha convertido en un riesgo ante el que no pueden detenerse porque tienen la misión de garantizar el bienestar y la salud de los que sí tienen el deber de parar.

Ayuda para comprar material


Mientras las impresoras no paran de producir, en algunos casos funcionan hasta 14 horas diarias y la media de tiempo para la fabricación de cada visera es de 1 hora y 45 minutos, sus creadores van compartiendo en el Google Drive los negocios a los que van llegando y la lista sigue creciendo. Una vez finalizado el producto, la entrega la completan los voluntarios de Protección Civil, que recogen en los domicilios de los fabricantes las pantallas y las entregan al personal indicado.

Para ello, necesitan comprar materiales específicos como son acetatos, diademas o bovinas para la impresión y disponen de un número de cuenta para aquellas personas que quieran hacer un pequeño donativo y contribuir desde sus casas con esta acción altruista:

ES83 0182 0371 5702 0163 9958 y también un número de móvil para hacer ‘BIZUM': 669387253

Una receta solidaria

Manuel Gutiérrez Vielba, profesor del colegio San José, explica el proceso de fabricación y los materiales empleados en estas viseras protectoras:

En las redes sociales se están compartiendo distintos diseños, en nuestro caso estamos dando máxima prioridad al modelo recomendado por el 112 Cantabria.

- Material PLA para impresoras 3D, se trata de un material totalmente biodegradable al tratarse de un polímero creado a partir del almidón de maíz, patata o caña de azúcar. Una vez impreso a una temperatura de entre 190ºC - 200 ºC se crea una diadema que va ajustada a la cabeza.

- En un diseño mejorado ya no se emplean gomas, sino que se encaja la diadema en la cabeza, ya que se desinfecta más rápido.

- Acetatos o plástico para encuadernar en tamaño A4, con ello creamos la pantalla protectora de la cara. Mediante 4 orificios troquelados encajamos con los cuatro ganchos que lleva la diadema. Esta pantalla se puede cambiar después de cada uso. (Producto donado por: Papelería Centro, CopyCampoo, Hospital Tres Mares, Ayuntamiento de Reinosa, Colegio San José y Biblioteca Sánchez Díaz)