Humberto García, natural de Reinosa, es miembro de la Asamblea contra la Fractura Hidráulica de Cantabria, un colectivo heterogéneo cuyo denominador común es la preocupación por el medio ambiente y el impacto tan nefasto que está técnica tiene en la naturaleza y en el conjunto de la sociedad. Nos explica en qué consiste, nos habla de contradicciones e intereses políticos para legislar su práctica y de sus efectos nocivos para la salud.
También subraya su potencial para destruir tejido productivo ya consolidado y del nulo y precario empleo que puede generar. Ninguna aspecto beneficioso salvo para las grandes multinacionales que explotan este negocio. A su juicio, el fracking es la nueva burbuja económica, y para impedir que estas empresas contaminen y arruinen el subsuelo, insta a los ciudadanos a mostrar públicamente su rechazo porque cree que entre todos sí se puede lograr que este expolio no salga adelante.
-¿Quién forma parte de esta Asamblea?
- Es difícil precisar el número de miembros, pero más de 500 personas forman parte activa de la asamblea, que aglutina a diferentes colectivos sociales. Desde políticos, empresarios, ecologistas y sobre todo personas a título particular preocupadas por la consecuencias que el fracking ocasiona en el medio ambiente y, por extensión, en toda la sociedad. Una participación que incluso puede ser virtual, a través de la web fracturahidraulicano.info donde todos los interesados pueden obtener información sobre esta técnica, campañas de movilizaciones y charlas o para firmar alegaciones contra los permisos que tiene que aprobar las empresas. Además, cada 15 días celebramos en Torrelavega una reunión.
-¿Qué es el fracking?
- Llamamos comúnmente fracking a la técnica combinada de perforación dirigida y fractura hidráulica para extraer gas no convencional. Es una técnica que consiste en una perforación vertical que atraviesa los acuíferos hasta el estrato objetivo que puede estar entre 1.000 y 5.000 metros de profundidad. Una vez se llega a ese punto, se gira unos grados en ángulo recto o en diagonal y se realiza la perforación dirigida a lo largo de 1.500 metros de media. A continuación, se provocan unas grietas en el estrato a base de descargas eléctricas por ultrasonidos o mediante explosivos, y después se inyecta a mucha presión una mezcla de agua y arena a un 99 por ciento, dejando ese uno por ciento restante para productos químicos, en su mayoría perjudiciales para la salud.
Una vez inyectado ese fluido a mucha presión, hace aumente el tamaño de la grieta y se libere el gas que se encuentra atrapado en los pequeños microporos del estrato de pizarra. Ese gas vuelve a la superficie con parte del fluido, que se estima en un retorno solo de la mitad de lo inyectado, y el resto se queda allí. Ya en superficie se obtiene el gas metano.
-¿Qué consecuencias tiene su práctica?
- Contaminación de acuíferos, de en las aguas superficiales y los suelos, contaminación atmosférica, acústica por el ruido que provoca toda la infraestructura para su extracción, contaminación lumínica, movimientos sísmicos, ocupación masiva del territorio, etc...
-¿A nivel local en qué aspectos de la vida cotidiana afecta?
- Afecta directamente a las actividades tradicionales ligadas al uso de la tierra y del paisaje. Es decir, ganadería, agricultura, turismo rural, comercio, propiedad inmobiliaria, industrias de transformación agroalimentaria. Todo aquello que esté en contacto con el agua o el aire.
-Ahora hay bastante información sobre la fractura hidraúlica, pero ¿cuándo surge está técnica?
-La primera noticia que se tiene en España data de junio de 2011, publicada por el periódico El Mundo, donde se describía la técnica empleado en Estados Unidos, que se viene realizando desde hace 12 años. Ya en 2011, en España se habían concedido permisos y no había una regulación específica para el fracking. De hecho, la Asamblea se constituye a raíz de hacerse pública está técnica en junio de 2011.
-¿Quién concede los permisos para realizarlo?
-Los permisos de investigación los concede la comunidad autónoma cuando el área afectada solo corresponde a ese territorio, pero si el permiso solicitado atañe a más de una comunidad pasa a ser competencia del Ministerio de Industria.
El propio Gobierno de Cantabria -la primera Autonomía en hacerlo- ha aprobado este año una ley en contra del fracking, pero ahora nos encontramos con que desde Madrid se facilitan las condiciones legales para que sea posible su aplicación. En este sentido, a nivel nacional se ha presentado un Proyecto de Ley para la Garantía del Suministro e Incremento de la Competencia en los Sistemas Eléctricos Insulares y Extrapeninsulares que recoge en sus disposiciones finales referencias a la Ley de Hidrocarburos y la Ley de Impacto Ambiental, que es donde se hace alusión al fracking.
Básicamente se trata de una reducción en el tiempo de los plazos administrativos para llevar a cabo esta técnica, que disminuye de dos años a cuatro meses, y que conlleva también un descenso en las exigencias que se solicitarán a los proyectos presentados. En definitiva, se les va facilitar el trámite a través de una manera más rápida.
Este proyecto de ley fue aprobado en el senado el 9 de octubre, casi de madrugada, cuando la repercusión pública -dado el horario- es menor. Y es probable que a finales de año sea sometida a votación en el Congreso para que adquiera rango de ley.
Es muy llamativo que los senadores cántabros, elegidos por los ciudadanos de su comunidad, han votado a favor de esta modificación en Madrid, mientras que en su tierra se han posicionado en contra, contradiciéndose y votando a favor de la ley de Cantabria, que prohíbe supuestamente la práctica.
-Entonces, ¿qué validez tiene la ley que ha salido desde Cantabria en contra de la fractura hidráulica?
-La competencia autonómica se basa en conceder o denegar los permisos solicitados. Es decir, si una solicitud cumple los requisitos que establece la ley -a nivel nacional- algo muy probable, la administración tiene que concederlo porque de lo contario cometería prevaricación. Digamos que no tiene competencia en materia de hidrocarburos, pero sí en ordenación del territorio y urbanismo. Cuando se apruebe la ley habrá un conflicto de competencias en el que el Estado podría recurrir al Tribunal Constitucional y será un juez quien decida.
En eso se va a basar la defensa del Gobierno de Cantabria, dice que va a hacer lo que esté en su mano, otra cosa es que sea efectiva.
-¿Cuál es la situación actual de Cantabria con estos permisos?
En Cantabria se han solicitado seis permisos y cinco de ellos están concedidos. El sexto está pendiente de aprobar y corresponde a la denominación ‘Galileo', en la zona oriental de Cantabria y el País Vasco. En cuanto a los aprobados, 4 de ellos han sido concedidos por el Ministerio de Industria -al afectar a más de una comunidad autónoma- y son los de las zonas denominadas Luena, Bezana, Bigüenzo y Gran Enara. Por otra parte, está el permiso Arquetu, en la zona Saja-Nansa, un permiso no concedido en firme que fue recurrido, que solo afecta a Cantabria y el Gobierno autonómico tendría autoridad para derogarlo.
Cuando se ha pregunto al presidente Ignacio Diego por qué no lo prohibe, y es coherente con le ley que ha aprobado el Parlamento regional, responde que ahora no es el momento...No deja de ser curioso cuando el Gobierno regional mantiene una posición política en contra, al igual que los municipios cántabros con sus alcaldes a la cabeza, y ver que ese permiso sigue en ese punto.
-¿Cuál ha sido la respuesta de los políticos de las administraciones locales?
-Todos los ayuntamientos lo han rechazado y han aprobado mociones en contra de la fractura, remitidas a Industria. Ahora nos encontramos la solicitud de dos nuevos sondeos para investigar la existencia de hidrocarburos en Valderredible y los 8 anteriores solicitados en Valdeprado del Río. Nos consta que este Ayuntamiento ya se ha puesto manos a la obra para presentar alegaciones y movilizar a la sociedad. Al igual que lo demuestra el alcalde de Valderredible con sus recientes declaraciones rechazando los sondeos en su municipio.
-¿Hay algún ejemplo en el que la presión ciudadana haya conseguido suprimir la técnica?
En Cataluña, dos empresas han renunciado a dos permisos fruto de la fuerte presión política y municipal. En Francia la movilización ciudadana ha conseguido pararlo, también en Italia o en el caso de Bulgaria, un país necesitado de crecimiento económico que lo ha prohibido por ley, por algo será. En Alemania han aprobado una moratoria para, en principio, posponerlo. Nuestra comunidad ha sido la primera en prohibir el fracking, seguida de La Rioja y Navarra. También están en trámites para hacerlo Cataluña, Asturias y Andalucía. Por la otra parte, tenemos a Castilla y León que se ha posicionado a favor.
-¿Qué se puede hacer para demostrar el rechazo a la fractura hidráulica?
-Tenemos que documentarnos e informarnos para después informar a los demás. Los elementos visuales son llamativos; camisetas, cartelería, insignias...para que se hagan una idea de nuestra posición frente a esta técnica. Que visualicen el rechazo. Son maneras civilizadas de demostrar que lo tienen complicado.
-¿Con qué se puede comparar sus efectos?
Las industrias se afanan en equipararlo al impacto de otras industrias pero no es comparable. Por los efectos sobre la salud que conlleva, la alta incidencia en los casos de cáncer, enfermedades mutagénicas, reproductivas, respiratorias, etc. Y todavía se conoce poco, todo esto a corto plazo. Por no hablar del contrato de confidencialidad que firman los propietarios de las fincas expropiadas que con la empresa.
-El rechazo que provoca en la sociedad es muy numeroso, pero ¿quién está a favor de que está técnica se desarrolle?
-Únicamente la gente que vive o puede vivir de ello. Además de todas las grandes empresas relacionadas con la explotación, también el Colegio Oficial de Ingenieros de Minas, por ejemplo, que son ellos quienes firman los visados de los proyectos y reciben una remuneración por ese trabajo. En este sentido, es hasta lógico, para ellos claro.
-Se habla de que el fracking puede ser una de las próximas ‘burbujas'.
Ahora está pasando en Estado Unidos. En realidad, el gas en sí no es tan importante como lo es toda la infraestructura que mueve esta industria: maquinaria pesada, transporte, productos químicos, movimiento especulativo en bolsa. Son las grandes empresas quienes suministran la infraestructura. Se retroalimentan. Hay un elevadísimo coste en la acción de este tipo de fractura comparado con los yacimientos convencionales.
En datos, una perforación dirigida cuesta más del triple de una perforación vertical convencional, la típica realizada sobre una bolsa para acceder a un yacimiento convencional. Si le sumas que la vida útil de estas perforaciones dirigidas para acceder a yacimientos no convencionales es muy corta -5 años- , porque cada perforación solo puede extraer lo que hay a su alrededor al ser el estrato de pizarra muy alargado, hace necesaria la perforación a través de miles de pozos. Incluso hay ocasiones en las que no se consigue extraer tanto gas para amortizar los gastos de la inversión, ahí ya tenemos la burbuja.
La escasez de hidrocarburos hace que técnicas como están salgan a relucir, para defender los intereses económicos de estas grandes multinacionales. Estos serían los últimos yacimientos naturales del planeta, obviamente sujetos a intereses económicos privados. Además, es curioso, porque dan cifras y datos del hipotético abastecimiento para el consumo nacional, pero eso no se puede saber hasta que no hagan las pruebas previas.
-¿Cuánto y qué tipo de empleo genera?
-Genera empleo muy cualificado solo para los trabajadores de las propias empresas. A nivel local, es un empleo precario, temporal, de baja cualificación. Esta amenaza pone en riesgo el tejido socioeconómico de la comarca, proveniente de sectores como el agroalimentario y el turístico, que sí generan empleo las zonas afectadas y que pasa de generación en generación. Esta actividad no genera tejido socioeconómico, de hecho, destruye el que ya hay.
Repsol habló de 100 puestos de trabajo durante 5 meses, periodo que dura la fase de investigación. Son muy temporales y es un cifra estimada entre puestos de trabajos directos e indirectos, no solo los dedicados al fracking.
Como datos, cada pozo utiliza una media de 20 millones de litros de agua, y de cada plataforma que se instala pueden obtenerse entre 6 y 12 pozos. Esta agua se obtiene de ríos cercanos, lagos y embalses, del propio acuífero que atraviesa, con el riesgo de desabastecimiento de las zonas locales.
El gas es el último recurso fósil disponible, hay que sopesar si es conveniente asumir estos riesgos para seguir con un modelo energético que tiene fecha de caducidad por otro modelo de energía sostenible. Además, es de mala calidad, con alta cantidad de nitrógeno y metales pesados que hace más complicada la combustión. Requiere un proceso complejo.
-¿Qué efectos tendrá sobre las actividades económicas ya existentes?
-Los alimentos elaborados en las zonas afectadas tendrían una gran dificultad para salir al mercado, o al menos para venderse, en comparación con aquellos productos similares que no perteneciesen a una zona con la etiqueta ‘zona fracking', marca generada socialmente.
-¿Es inminente la llegada del fracking?
Esta misma semana hemos visto como hay empresas que solicitan sondeos para investigar si la existencia de hidrocarburos en municipios de Campoo...De momento, en el caso de Valdeprado acabamos de entregar más de mil firmas con alegaciones oponiéndonos a estos sondeos exploratorios en Valdeprado del Río. Que llegarán a Medio Ambiente con el fin de ganar tiempo para poner el mayor número de trabas administrativas posibles para frenar e impedir la utilización de esta técnica. Es una propuesta para hacer más exigente las valoraciones de impacto ambiental teniendo en cuenta las diferentes afecciones que puede tener en la naturaleza, el patrimonio arqueológico y cultural, etc.
-¿Cuál es el objetivo de las movilizaciones que realizan desde la Asamblea?
-Que las empresas renuncien a los permisos, paralizar los proyectos y que se prohíba definitivamente la técnica por ley.
-¿Cómo ve el futuro?
-Si seguimos movilizándonos y expresando nuestro profundo rechazo conseguiremos que no salga adelante. Aquí, además de no hacer nada, se favorecen las condiciones legales por parte del Gobierno central.