Sociedad | Campoo de Suso

Fidel González regala un rabel a la Asociación Cultural y Deportiva de Proaño

El artesano ha tallado los escudos de todas las provincias españolas, colección que desde hace tres años se muestra Parlamento de Cantabria

Este pasado domingo, día 16 de junio, Proaño celebró un encuentro cultural, pero de cercanía y amistad entre socios, familiares y amigos de la Asociación Cultural y Deportiva de esta localidad de la Hermandad de Campoo de Suso. Una jornada en la que el artesano de la madera, Fidel González Peña, natural de este enclave campurriano, quiso obsequiar a la Asociación con uno de sus rabeles tallado a mano.

Un día de convivencia, muy especial, que estuvo amenizado por el son del rabel y de alguna que otra historia de Fidel, en la que el pueblo de Proaño fue testigo. "Es todo un honor, manifiestan desde la Asociación y de la Junta Vecinal, recibir una pieza de un gran artista autóctono, cuya colección de escudos, está instalada en el Parlamento de Cantabria".

Peña ha reproducido desde el rabel más pequeño, denominado "de zurrón" en dedicatoria a su tañedor de Fontecha, Alipio Gómez, con 45,5 centímetros de longitud, hasta los más toscos y pesados, con una longitud de 63,5 centímetros, como son los rabeles del Tío Ronquillo del siglo XVII y el de Tresabuela del siglo XX. También fluctúan sus materiales siendo unos de pino, cerezo o roble y otros de haya, sauco u olmo. También minuciosamente imitados están los clavijeros; con forma de barca, de pera, con marcado aire medieval o con cabeza de reptil, pasando por el mástil y la caja de resonancia.

Cinco años para tallar 50 escudos

Este artesano que reside en Matamorosa, Campoo de Enmedio, dejó su Proaño natal y las labores del campo, para trabajar en la fábrica de galletas de Cuétara, en Reinosa, pero sin abandonar su afición. En el año 1979 comenzó a tallar a relieve los escudos de las provincias españolas. Tras cinco años y cerca de 3.000 horas de trabajo finalizó la obra que donó hace tres años al Parlamento de Cantabria. Las piezas se incorporaron a los fondos artísticos de la Cámara y están colgados en la planta 0 del edificio, a la entrada del aljibe.