Cada año se repite la misma situación: Los estorninos se adueñan del parque de Cupido. Cientos de estos ejemplares campan a sus anchas por este parque reinosano, causando perjuicios a los vecinos, que no pueden pasear por sus calles ante el riesgo que suponen las heces de estos animales y en especial por el intenso olor que desprenden. Varias son las medidas que se han tomado para evitar su proliferación, incluso durante un tiempo se reprodujeron los sonidos de sus depredadores, pero la situación sigue siendo una asignatura pendiente que se arrastra cada invierno.