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Opinión

Las escuelas de antaño

Las escuelas de antaño

Un recuerdo de Ignacio Merino de las escuelas de los años 60, concretamente la de Bustillo del Monte

Me he tomado la libertad de abrir la enciclopedia de Álvarez y me ha llamado la atención, algo que ya no recordaba, aunque era una escuela mixta, en ciertas materias no lo era tanto, así la "Formación Político Social" (solo niños), con distinta información, o formación, para chicos, donde fundamentalmente se ensalzan las grandes fechas de las "hazañas bélicas" de España y a la vez, aparece en esa formación los distintos himnos, tanto de régimen, como de la Falange. "Formación "Formación Familiar y Social" (solo niñas), donde las materias para la formación entre otras eran...ser ordenadas, la amabilidad y la simpatía, la amistad y buenas compañías, el espíritu deportivo, etc., etc...En lo que recuerdo y así me lo han confirmado, ninguna de las maestras que por aquí pasaron, nos hicieron cantar ninguna de aquellas canciones, si era más habitual rezar por las mañanas, un "ave Mari" o un "Padre Nuestro" o cantar en el mes de mayo aquellas canciones dedicadas a la virgen, como la de "Venid y vamos todos", "la Salve", etc, sobre todo cuando el cura nos visitaba, aunque cierto es, que dado que nos hacían aprender de memoria toda la enciclopedia, las canciones del régimen y de la Falange, eran una parte mas de la formación.

Las clases comenzaban a las 9 de la mañana y salíamos a las 13,30 h, con un recreo de unos 20 minutos, momento en el que se aprovechaba para darnos una ración de queso y otra de leche, leche en polvo, que disolvíamos en un vaso generalmente de aluminio con asa, que llamábamos "tanque", por la tarde, íbamos de 3 a 5, cierto es, que a veces no todos íbamos a casa a comer, ya que cuando la trastada era gorda, o no sabíamos la lección, en ocasiones excepcionales, nos castigaban sin comer, aunque la mayoría de los castigos, pasaban por darnos en las uñas un par de regalazos, ponernos de rodillas, o de pie mirando a la pared, a veces, bien de pie, bien de rodillas, el castigo era el de poner los brazos en cruz y un libro en cada mano, o a veces, sacarnos al pasillo (...).