Querida Aurora De Cos Iglesias:
Nos ha tocado despedirte mientras inicias una nueva etapa en tu vida, y no podemos dejar pasar la oportunidad de agradecerte todo lo que nos has dejado. Has sido mucho más que una enfermera; tu dedicación, paciencia y calidez han marcado la vida de tus pacientes y de todos nosotros.
Siempre tuviste una palabra amable, una sonrisa o un gesto que hacía la diferencia, tanto para quienes cuidaste como para quienes tuvimos la suerte de trabajar contigo. Tu huella queda en cada rincón del hospital y en cada corazón.
Te deseamos una jubilación llena de alegría y descanso. ¡Te vamos a extrañar mucho!
"Eres el arte de hacer que los pacientes se sientan como en casa, en lugar de como enfermos."
Con cariño,
Tus compañeros.