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Deporte| Campoo de Enmedio

Los enemigos de la ‘play’

Pablo Gutiérrez y Alfonso Morales trabajan con más de 300 jóvenes enseñándoles los beneficios del deporte

Aseguran que lo suyo es vocacional, que el deporte les ha dado lo mejor que tienen y que lo hacen para devolver a los jóvenes todas las experiencias positivas que ellos han recibido desde su infancia. "Trabajamos para nuestra gente y eso es lo más gratificante", subrayan. Pablo Gutiérrez y Alfonso Morales llevan tanto tiempo enseñando como practicando deporte. Desde las Escuelas Deportivas de Campoo de Enmedio trabajan a lo largo de la semana con unos trescientos jóvenes con edades comprendidas entre los 4 y los 16 años.

El grueso se lo lleva la escuela de fútbol, donde Pablo y varios entrenadores enseñan como pegar al balón y a saber ganar y perder. Morales es responsable de unas 60 chicas que juegan al baloncesto, y la oferta se completa con bádminton, patinaje o bolos.

El objetivo es "trabajar para los niños y niñas fomentando el deporte y que cada uno encuentre la modalidad más acorde a sus gustos o cualidades". Al tratarse de una edad temprana buscan la multideportividad; que practiquen al menos uno colectivo y otro individual. La criba para determinar quiénes jugaran de una manera más profesional la hará el tiempo, en estas categorías todos tienen cabida.

Son "un agente educativo más"; combaten al sedentarismo en un país con un porcentaje de obesidad infantil que supera el 20 por ciento -alerta Pablo-, y su labor también pasa por transmitir valores como el compañerismo, solidaridad o el trabajo en equipo. Todo ello ofreciendo un ocio alternativo basado en la diversión. "¡Competimos contra la Playstation!", proclaman.

Tanto Pablo Gutiérrez como Alfonso Morales tienen el título de Entrenador nacional en sus respectivas disciplinas, un carné que les permitiría sentarse en el banquillo de cualquier equipo del mundo. Confiesan que han tenido alguna oferta, pero la balanza, sobre todo por lo sentimental hace que su decisión haya sido la seguir junto a los suyos.

Para Pablo sus mejores amigos han salido del deporte. En su caso, lleva 13 años trabajando en el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio como Director de Deportes, y previamente ya había entrenado a varios equipos del colegio Casimiro Sainz.

Por su parte, Alfonso Morales es entrenador de baloncesto desde 1992, veinte años en los que ha dirigido a cinco clubes distintos: EMBAR, Agustinos Santander, ADOS de Aguilar, Federación Cantabria y las Escuelas Municipales de Baloncestos de Campoo de Enmedio.

Lejos de entrenar por el dinero, lo que sí valoran es la amistad de las personas a las que han enseñado y el "poso" que dejan en los escolares. Prueba de ello son las dos últimas bodas a las que ha asistido el entrenador de baloncesto de dos exjugadoras de sus equipos y la visita de una veintena de niñas cuando estaba convaleciente en el hospital después de una operación.

Lo más gratificante para ellos es el saludo y la amistad de aquellas personas a las que han entrenado cuando se los cruzan por la calle. "Somos su modelo a seguir e incluso tenemos más autoridad sobre ellos que sus propios padres", aseguran en base a comentarios que les han hecho llegar desde las familias a lo largo de los años.

Y ellos lo traducen en responsabilidad con los jóvenes, "si nos enteremos que un jugador no se ha portado bien en casa o que no rinde en la escuela le damos un toque en los entrenamientos y le hacemos ver que por ahí no va bien", explican. "Formamos a personas, no solo deportistas, y tomamos medias para ayudar a sus padres, siempre con su supervisión", aclaran.

Aun así, apuntan que es difícil gestionar el día a día en un grupo tan grande. Coinciden en que lo más sacrificado es renunciar a pasar tiempo con su familia, especialmente los fines de semana que abarca la temporada.

A pesar de llevarse a casa algún que otro mal rato, "comernos la cabeza por alguna decisión que hemos tomado y por alguna contestación que hemos recibido", confiesan que cuando la temporada ya ha acabo enseguida sienten el "mono" de volver a entrenar y un mes de parón ya se les antoja un periodo muy largo.

Echan la vista atrás y el mejor recuerdo como entrenador de Pablo es cuando quedaron campeones de España de su sector con los benjamines: "que el equipo un municipio de 4.000 habitantes esté entre los cuatro mejores de España es algo increíble", comenta con orgullo.

Para Morales fue la experiencia como segundo entrenador de la Selección de Cantabria infantil de baloncesto, con la que participó en el Campeonato de España en Lloret de Mar, midiéndose a equipos entrenados por un buen número de exjugadores de la ACB.

Por último, agradecen la confianza y el apoyo del Ayuntamiento de Campoo de Enmedio por apostar por las Escuelas de Deporte, para que sigan inculcando a la juventud lo mejor que saben hacer, "transmitir el amor por el deporte".