Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información, en nuestra Política de Cookies.

Análisis

El empleo en Campoo durante 2018: un buen año, pero los problemas persisten

El empleo en Campoo durante 2018: un buen año, pero los problemas persisten

El economista Marcos Fernández Gutiérrez analiza las cifras del año pasado en la comarca

Campoo-Los Valles tiene, como bien sabemos, un grave problema de falta de empleo. La comarca ha perdido, desde 1980, unos 2.700 puestos de trabajo (esto es, un tercio de los más de 8.000 con los que contaba entonces). Asociado a ello se encuentra otro gran problema: la disminución de la población. En las cuatro últimas décadas, Campoo ha perdido también prácticamente un tercio de sus habitantes. Es, con gran diferencia, la comarca de Cantabria que ha perdido un mayor porcentaje de su población. La relación es muy clara: si escasean las oportunidades para ganarse la vida en un territorio, sus habitantes emigran a otros lugares, lo cual conduce a una profundización del declive de la zona. La clave para romper este círculo vicioso es la creación de empleo. Por ello, aprovechando la reciente publicación de los datos correspondientes a 2018, he considerado oportuno realizar un breve análisis de cómo evolucionó el empleo en Campoo durante el pasado año, que pueda servir como termómetro de la situación de la actividad económica en nuestra comarca.

Para comenzar, cabe destacar una noticia positiva: 2018 fue, en su conjunto, un buen año para el empleo en Campoo. Hubo, en promedio anual, 5.430 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone 122 más que en 2017. Por municipios, la creación de empleo estuvo protagonizada por el principal eje económico de la comarca, Reinosa, donde se crearon 94 puestos de trabajo (pasando de 3.433 en 2017 a 3.526 en 2018). También aumentó el empleo en Valdeolea (+24) y en Campoo de Yuso (+12).

En términos porcentuales, el crecimiento del empleo en Campoo fue del 2,3%. El dato es el mejor de la última década, aunque ello también se explica porque los años anteriores fueron malos para nuestra comarca: primero, por la destrucción de empleo como consecuencia de la crisis; y después, porque mientras a nivel tanto regional como nacional el empleo comenzó a recuperarse desde 2014, en la comarca campurriana apenas había comenzado a hacerlo. En 2018, por primera vez en muchos años, el ritmo de creación de puestos de trabajo en Campoo se aproximó a la media regional. Como muestra el gráfico 1, el crecimiento del empleo en nuestra comarca durante el año pasado fue similar a la media de Cantabria (el 2,5%), aunque algo inferior al promedio de España (el 3,2%). Teniendo en cuenta las malas noticias a las que, por desgracia, estamos acostumbrados en el Sur de Cantabria desde hace demasiado tiempo, las cifras de 2018 son positivas.

El gráfico 2, a continuación, describe la evolución, mes a mes, del número de afiliados a la Seguridad Social en la comarca durante 2018 (la línea continua de color verde), en comparación con los datos del año anterior (la línea verde discontinua). También, a modo de referencia, se incluyen las cifras para el conjunto de Cantabria, referenciadas al eje de la derecha: la línea roja continua, para los datos de 2018; y la discontinua, para el año anterior.

Como se observa, en el conjunto de Cantabria, en todos los meses de 2018 el número de afiliados a la Seguridad Social fue superior al del año anterior. No obstante, el ritmo de creación de empleo en la región perdió algo de fuelle en la última parte del año.

En Campoo-Sur de Cantabria, por su parte, se distinguen varios periodos. Entre los meses de enero y abril de 2018, el empleo fue algo superior al del año anterior. Durante esta parte del año, la comarca contó con una media de unos 5.315 ocupados, unos 70 más que en 2017.

La segunda parte del año fue aún mejor. El número de ocupados aumentó notablemente entre abril y julio, y se mantuvo en torno a las 5.550 personas desde dicho mes hasta octubre. Entre abril y octubre, hubo en Campoo una media de 220 empleos más que en el mismo periodo del año anterior.

Lamentablemente, el año no terminó tan bien. Entre octubre y diciembre, el empleo cayó, cerrándose el año con 5.358 afiliados a la Seguridad Social, unos 150 menos que a finales de 2017. Diciembre fue, de hecho, el peor mes del año para el empleo en nuestra comarca, efecto que cabe atribuir al mal inicio de la temporada de nieve.

Por sectores, las mejores noticias durante 2018 las aportó la industria, principal motor económico de la comarca, aunque también el más castigado durante las últimas décadas. Según datos del ICANE, la industria campurriana creó el año pasado 67 empleos (54 de ellos, en Reinosa), pasando de una media anual de 1.708 ocupados en 2017 a 1.775 en 2018. En los servicios, el año fue mucho más irregular: comenzó bien durante los dos primeros trimestres, donde el sector llegó a contar con 300 ocupados más que en el año anterior; pero terminó mal, cerrando el cuarto trimestre con 200 empleos menos que en el mismo periodo de 2017.

Por tipo de contrato, el empleo creado en Campoo durante 2018 se repartió prácticamente a partes iguales entre puestos de trabajo indefinidos y temporales. Con ello, se agravó otro de los problemas del empleo en la comarca: su excesiva temporalidad, cuatro puntos por encima de la media regional.

El año 2018, en definitiva, fue bastante bueno para el empleo en Campoo, saldándose con una media de 122 ocupados más que 2017. Por primera vez en la última década, el número de puestos de trabajo en la comarca superó, en promedio anual, los 5.400. Sin embargo, estos datos son, a todas luces, insuficientes para romper la intensa dinámica negativa que acumula la comarca campurriana desde hace décadas. Quedan muy lejos los más de 8.000 puestos de trabajo con los que llegó a contar a principios de los años 80, e incluso los alrededor de 6.000 que había en 2007. Las consecuencias de esta disminución del empleo son bien visibles, reflejándose en la paulatina pérdida de población y abandono que sufre nuestro territorio. Ante ello, Campoo necesita más oportunidades para poder trabajar y vivir en la comarca, de la mano de la creación de puestos de trabajo estables. El Sur de Cantabria necesitaría contar con 600 empleos más que los actualmente existentes para alcanzar el nivel de unos 6.000 ocupados con el que contaba hace apenas una década, antes del estallido de la crisis. Los datos reflejan claramente que la comarca campurriana, aunque no reciba la atención mediática que merece, continúa siendo la más vulnerable de Cantabria. Es, de hecho, un territorio en auténtico peligro de extinción. Para revertirlo, ojalá que 2019 y los años venideros nos traigan muchos más datos positivos. Lo necesitamos.

Marcos Fernández Gutiérrez es Profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Cantabria.