Este pasado fin de semana, en la mañana del domingo, fallecía, a los 90 años, Armando Campos, ilustre campurriano vinculado al mundo del deporte local en calidad de masajista durante los años 70 y 80 del siglo pasado. Los aficionados más veteranos del Club Deportivo Naval guardan seguro en su memoria la imagen de Armando Campos, con chándal azul con rayas blancas en mangas y pantalones, sentado en el banquillo del viejo San Francisco, del que saltaba presto a atender cualquier golpe o lesión que sufría un jugador local o visitante, siempre con la toalla, el agua y el linimento listos para aliviar el dolor. Un campo, aquel San Francisco de hierba natural, que conocía como el salón de su casa; no en vano Armando, pintor y destacado rotulista de profesión, era el encargado cada verano, brocha en mano, de renovar los anuncios publicitarios de las vallas que rodeaban el perímetro del terreno de juego.
También las piernas de los componentes del añorado Club Clicista Campurriano pasaron por las manos un Armando que, por lo demás, siempre será recordado por su carácter alegre y bromista con el que contagiaba a los demás en cualquier reunión o celebración familiar y de amigos.
