Después de varios años de espera y para tranquilidad de los vecinos, especialmente los que tienen hijos pequeños, la ribera del Ebro en Reinosa, en el tramo comprendido entre el Puente de Carlos III hasta la Casa de la Cultura, tendrá por fin una barandilla de seguridad.
El miércoles de esta semana comenzaron los trabajos de instalación, consistentes en la colocación de treinta bolardos, distanciados entre sí por unos cuatro metros y medio, y en cuyo espacio se intercalarán a lo largo de más de cien metros las barandillas de hierro y acero. El mismo modelo de la margen que sí cuenta con este elemento de seguridad.
Por su parte, el alcalde José Miguel Barrio manifestó a este medio su satisfacción porque la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) haya dado el visto bueno a este proyecto "estéticamente muy alertado", que correrá a cargo de las arcas municipales y que permitirá a este enclave "ganar en seguridad y en vistosidad" en una zona muy transitada que "ya cuenta con atractivos como ‘el oso' de Okuda y el jardín de Ibarrola".
En este sentido, Barrio reiteró la voluntad del Ayuntamiento de Reinosa para llegar a un acuerdo con el Gobierno de Cantabria, propietario de la ‘Casuca Ascensión', "para que hagan una remodelación total o al menos parcial y que pase a propiedad municipal con el fin de rehabilitarla por completo y ponerla en valor para dotarla de un buen uso y revitalizar esta zona de la margen izquierda del río Ebro".
