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Así estamos | Campoo de Suso

Los dólmenes de hormigón de Los Cagigales

Su retirada mejoraría sensiblemente el aspecto y uso del área de ocio de este idílico lugar

Los Cagigales ofrecen numerosas posibilidades al visitante; una zona de esparcimiento y asueto para los campurrianos donde pueden disfrutar de las caricias de la naturaleza, del sonido de las aves en soledad o en buena compañía, de un bocadillo de tortilla o de un paseo con el perro por la sombra y un espacio para la meditación. Donde el locus amoenus alcanza su máxima expresión.

Pero además de ser un lugar idílico, hay algo que el turista no ha sabido valorar lo suficiente: su extraordinario conjunto megalítico compuesto por tres dólmenes de hormigón que se pueden visitar sin restricciones. Con el paso de los años, las personas que han transitado por este lugar de culto, ubicado en terrenos de Villacantid, localidad perteneciente al Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso, han modificado su uso ancestral por actividades más prosaicas como las de sentarse y comer sobre estas sepulturas hasta que su estructura venció, posiblemente motivada por algún acto de vandalismo.

Al parecer, la solución de instalar otros tres elementos de madera a imagen y semejanza de los originales, para disuadir al dominguero de usar los dólmenes como merendero llegó tarde.

No obstante, se nos ocurre otra posibilidad y que nos perdonen los conservacionistas: retirar de una vez por todas el conjunto megalítico y enviarlo al lugar que corresponda para que se consolide definitivamente como área recreativa. Incluso sugerimos que se honre su existencia con la instalación en su lugar de alguna mesa de madera más. Hay que evolucionar e ir con los tiempos y la coexistencia entre las construcciones de estas dos épocas, la verdad, no luce nada bien.