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Cultura | Reinosa

Descripción del pueblo de ‘Uy’, donde vive la malvada ‘Cara roja’

Capítulo 1 del cuento 'Berni' (Historia de un perro abandonado), de Alberto Gallo

Hace muchos, muchos años existía un pueblecito que más a duras que a maduras había logrado mantenerse en pie en aquel valle...Este pueblo tenía un nombre muy corto pero significativo, se llamaba ‘Uy'. Nadie recuerda de dónde procedía tal rareza, y tampoco constaba esta originalidad en ningún papel oficial, ni tan siquiera los más ancianos sabían quién fue el primero que lo llamó así.

Digo que existía porque desde que decidieron que las aguas del pantano se tragara a ‘Uy' en sus entrañas, este pueblo solo es un recuerdo. En los veranos de mucha sequía cuando el caudal del río que abastece al pantano es muy escaso, aparece encima del nivel del agua la espadaña descampanada de la antigua iglesia; mejor dicho, aún la queda una rota y destartalada campana pero sin badajo.

Esta especie de aparición arqueológica denuncia con su punta acusatoria que debajo de esa agua hay un pueblo donde hace algún tiempo vivían gentes sencillas con sus ilusiones y quehaceres y que un día por una decisión más o menos acertada este pueblo dejó de latir.

Dicen que en las noches de crudo invierno, cuando el agua está en su máximo nivel pantanoso, escuchan el sonido de la campana sumergida y que dicho sonido es como un lamento fantasmal; la mayoría de los que lo han oído afirman que es posible que los que tañen la campana sean los ‘Duendes verdes'; estos duendes son los espíritus que habitan las sumergidas casas de ‘Uy'.

En una de estas casas, antes de la inundación vivía una señora muy particular que de vez en cuando...Más de vez en vez que de vez en cuando...chillaba la misma cantinela y siempre con la misma intención...

¡¡Un día os pondré de patitas en la calle!!
¡¡Estoy harta de todos vosotros!!

Gritaba como una loca ‘Hortensia cara roja', que era así como llamaban a la dueña de la mansión donde damos comienzo esta historia.

Aseguraban los convecinos que lo de ‘roja' venía a cuento porque todas las mañanas al despertar lo primero que hacía era tragarse un vaso de un líquido rojo muy espeso que guardaba celosamente en la fresquera del pasillo...una vez engullido el susodicho líquido, su rojez se acentuaba más en la nariz y los papos que en la barbilla y el gaznate...nadie dio razón alguna del porqué de este raro desayuno...Sea por un motivo u otro, el caso es que ella siempre estaba roja y vociferando sin parar...parece ser que aquella pócima la daba mucha energía y bastante mala leche.

¡Sí!¡Sí!...¡A todos!...también a esos malditos gatos que son de la estirpe del diablo de la gruta oscura...
¡¡Si no fuera por el día tan crudo que hace!!-refunfuñaba entre dientes Hortensia- ¡¡Otro gallo cantaría!!...Pero en cuanto mejore el tiempo, y salgan los lirones y canten sin parar los pájaros azules...!!
Veréis como cumplo mi amenaza y vais todos fuera de mi casa a contemplar cómo cambia de color el sol o a ver cómo anidan en los aleros de los tejados las negras golondrinas...
¡¡No os quiero ver ni en pintura!!