Hoy domingo, día 20 de octubre, el campurriano Justino Pérez cumple 104 años y, como todas las tardes, acudirá al Centro de Mayores de Reinosa a tomar un café y jugar una partida a las cartas. Aunque el día que más disfruta es el jueves "que nos ponen música y puedo bailar", reconoce Pérez, que aprendió los compases a los 82 años y desde entonces disfruta como nadie de esta práctica.
Natural de Barriopalacio (Valdeolea), fue reclutado con 18 años para ir al frente, a la Guerra Civil. "Después de cuatro años de miserias y durmiendo en tiendas de campaña por casi media España me desmovilizaron, aunque pocos meses más tarde fui de nuevo llamado a filas para cumplir con la mili".
Ya licenciado, entró a trabajar en la cantera de Cementos en Alfa, en Mataporquera, como barrenista donde realizó sus labores durante 32 años interrumpidos. Justino se enamoró de Inés, vecina de Hoyos, con la que se casó y tuvo dos hijas (Angelines y Lena) que le han dado tres nietos.
Hasta que se quedó viudo residió en varias localidades de Valdeolea, aunque desde hace ya unos cuantos años vive en Reinosa, con sus hijas.