La peña ADC Cuegles de Matamorosa (Campoo de Enmedio) celebró el pasado sábado una divertida y emotiva fiesta para conmemorar su 25 aniversario en la que, a pesar de ser verano, se logró reunir a más de 60 miembros.
Durante la tarde y noche hubo hinchables para los más pequeños, juegos infantiles y tradicionales, proyección de un vídeo que repasa su trayectoria, cena, concierto y Dj. Una bonita y animada velada que no olvidarán. La siguiente...¡la de los 30 años!
Texto del video que resume muy bien los 25 años de los Cuegles:
A cualquiera le gustaría detener el tiempo por un momento y mirar atrás. Volver al año 2000, cuando un grupo de chicos y chicas que habían crecido juntos en las calles y barrios de Matamorosa decidieron ponerle nombre a algo que llevaba mucho tiempo latiendo: su amistad.
Ese año, en el parque del barrio nuevo, nació oficialmente la Peña CUEGLES. Sí, con mayúsculas. Porque desde entonces no fueron solo un grupo de amigos: se convirtieron en una peña. Con su sudadera con el nombre en el pecho, su bandera... y, cómo no, ¡con el pelo teñido de verde! Una forma inolvidable de empezar. Querían llamar la atención, y vaya si lo lograron.
Ese mismo año, en el desfile de carrozas, demostraron que iban en serio. Y en 2001 se lanzaron a su primera gran aventura: el submarino. Qué ilusión les hizo construirlo, pintarlo -¡verde primero y luego amarillo!- y desfilar con él. Fue la confirmación de que no solo eran amigos, eran un equipo.
En 2002 llegó el dragón, y en 2003, una Citroën Dyane 6 disfrazada de ambulancia... que acabó en el Ebro.
En 2004 hicieron una pausa. No para rendirse, sino para coger aire y continuar con su participaciones
El año 2005 fue muy especial. Se unieron nuevos integrantes, con ideas frescas y muchas ganas de aportar.
Gracias a esas incorporaciones, dieron un gran salto: construyeron una carroza para el desfile de San Mateo, inspirada en la película Robots. Inolvidables las reuniones donde surgía las ideas y la organización de la carroza... más bien parecía un caos imposible. Pero, como siempre, lo hicieron realidad.
En 2006 repitieron, esta vez con Bajo Cero. Y aunque el nombre sugería frío, en el ambiente sobraban pasión y buen humor. Fue entonces cuando nació la famosa "cuadrilla basurilla", que se encargaba de las tareas más duras y de cuidar las figuras por la noche, metidos en su iglú.
Luego vinieron años de cambio. En 2007 y 2008, las obligaciones académicas y laborales pusieron las cosas difíciles. Tuvieron que pausar su participación en las carrozas. Pero como buenos CUEGLES, no se rindieron.
En 2009 encontraron otra forma de seguir dando guerra: las carreras de coches a pedales. Ese año sorprendieron a todos con su coche de Fórmula 1. Fue un antes y un después también para la organización, que comenzó a valorar más la originalidad que las vueltas.
En 2010 llegaron el barco vikingo y la rana de la boca grande, año que se dio mucha guerra en la competición por vueltas. La buena organización en carrera de los Cuegles provovó grandes existos.
El 2011 fue un año muy duro. Les dejó Diana. Pero, aunque físicamente ya no estaba, siempre estuvo presente. En cada actividad, en cada desfile, colgaron un pañuelo negro con un mensaje claro: "Siempre con nosotros". Aquel año, con el Chevrolet y New Beetle, encontraron la fuerza para seguir y dedicarle los premios a su amiga.
Los años siguientes fueron pura fantasía sobre ruedas:
En 2012, un tren con vagón de mercancías.
En 2013, un coche de choque.
Y en 2014... el mítico Jabalí, con el que cerraron una etapa con la cabeza bien alta y el corazón lleno.
Desde 2015, sus encuentros cambiaron de formato, pero no de esencia: despedidas de soltero y soltera, bodas, fiestas en el local, comidas Comunio, loterias, navidad... Y desde 2017 hasta hoy, han seguido colaborando con ilusión en las fiestas de Matamorosa, manteniendo viva la llama de CUEGLES.
Como si las fiestas fueran poco, en 2019 crearon unas jornadas de convivencia, donde reinan la alegría, la amistad y, sobre todo, el amor por los vecinos y por todos los miembros de los Cuegles. Estas jornadas tienen un encanto especial, porque entre todas las actividades, son las que más ilusión y diversión despiertan entre ellos.
25 años han pasado desde aquella tarde en el parque. Y aunque los tiempos cambien y la vida los lleve por distintos caminos, lo que se creó aquel día sigue más vivo que nunca. Porque la verdadera magia de CUEGLES no está en las carrozas, ni en los coches a pedales, ni en los disfraces verdes... está en ellos.
Que nunca falten las risas, las ideas locas, los reencuentros y, sobre todo, las ganas de seguir siendo una PEÑA.
Porque si algo ha demostrado esta historia, es que cuando los CUEGLES se juntan, pasa algo especial.
¡Larga vida a la Peña CUEGLES!
