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Campurrianos | Reinosa

El cuarto Rey Mago es de Reinosa y reparte cestas de navidad

El cuarto Rey Mago es de Reinosa y reparte cestas de navidad

David Ruisánchez, propietario del mesón Cantabria, ha sorteado desde octubre un centenar de cestas con productos navideños

"Un café y un número" es la coletilla más repetida en el mesón Cantabria de Reinosa desde el día de El Pilar hasta estas fechas. Y es que David Ruisánchez, propietario del establecimiento, ha rifado en poco más de dos meses un centenar de cestas con productos navideños. Un montante total de 12.500 euros invertidos en alimentos para hacer más gratas las comidas de estas fechas.

En la víspera del día de Navidad había sorteado ya 96 cestas y espera cerrar la cesta número 100 antes de Nochevieja. Después de esta última cesta, "la más espectactular" de todas las que ha sorteado y valorada en 400 euros, dice que lo deja hasta el año que viene. 

David Ruisánchez comenta que en su negocio familiar siempre se habían sorteado cestas, pero que desde hace un par de años la inciativa ha experimentado "un auge increible". Echando cuentas sale casi a una cesta y media diaria. Sin ir más lejos, el día del sorteo del Niño rifó cinco cestas: cuatro de ellas coincidiendo con las terminaciones de los cuatro premios más elevados de la Lotería, y para la quinta tuvo que recurrir al sorteo de la ONCE.

Hay más de un caso en el que los concursantes han ganado más de tres cestas. Dulces, embutidos ibéricos, botellas de vino y cava que bien salvan las navidades. En este sentido, comenta que la cesta de ibéricos, "compuesta por una decena de productos de gran calidad es la que más éxito tiene". El jamón de bellota es un excelente reclamo. Además, muchos de los afortunados le devuelven el mimbre con el que arma las cestas, y en lugar de gastar dinero en el envoltorio lo puede destinar para adquirir más género. 

Según va cerrando y sorteando las cestas cambia su contenido. Alterna las que cuestan un euro por participar (valoradas en 80 euros) con las que valen dos (doble precio por jugar y doble valor del contenido que rifa). Cada 20 cestas organiza una de 3 euros, valorada en más de 250 euros, y cuando el número del paquete a sortear acaba en cero (20,30,40...), obsequia con una "barra llena pinchos".

Para esta última cesta tiene previsto dar 5 premios. El panel contiene desde el número 00 hasta el 99; cien casillas de las cuales siempre están asignadas la mitad antes de entrar en juego. Hay 46 números que ya tienen dueño de antemano y los otros 54 restantes prácticamente se reparten en cuestión de horas.

El éxito de estas cestas es un reflejo de su negocio. El hostelero confiesa que el mesón que regenta siempre ha tenido clientela fija, pero que en estos últimos años -cuando muchos negocios hosteleros también han cerrado a causa de la crisis-, sigue teniendo el bar lleno de clientes. Apuntá algunas claves para su buena marcha: precios asequibles y ofrecer pinchos. Un binomio simple que no se cumple a menudo.