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Campurrianos | Reinosa

“Cuanto más tiempo pasas en la montaña, te das cuenta de todo lo que te falta por descubrir”

  • Pablo Ruiz, Trofeo Ebro al Mejor Deportista Campurriano 2015

  • “Saber renunciar cuando sabes que no es el día es una virtud que la mayoría necesitamos trabajar”

Pablo Ruiz (Reinosa, 1985) no recuerda los picos que ha coronado ni las paredes que ha escalado. Es más fácil saber los días que pasa en casa que los que está fuera; a miles de kilómetros en el mapa y también a miles de metros sobre el nivel del mar. Agarrado a las rocas, respetando lo que tiene debajo y soñando con lo que hay arriba, el reciente ganador del Trofeo Ebro al Mejor Deportista Campurriano 2015 ya está pensando en su próximo objetivo antes de hacer cumbre. Creyente y militante de la "old school" del alpinismo, disfruta desde que hace el petate hasta de la cerveza de después con sus compañeros, cuando respiran aliviados. Asegura que en la montaña hay que acostumbrarse quedarse a medias.

Trabaja de guía y forma parte del Equipo Español de Alpinismo. Le avalan ascensiones en el Himalaya indio, Alpes, Patagonia, Yosemite, Taghia, Dolomitas, Pirineos o Picos de Europa, y este año quiere abrir una nueva vía de roca junto a una cascada de 700 metros en Perú. Un destino lejano al de sus comienzos en Los Peños de Fresno del Río y en Gama (Aguilar de Campoo), cuando Pablo era un scout algo miedoso.


- ¿Cómo comienzas a escalar?

- Comencé a escalar con 15 años, cuando junto a mis amigos formábamos parte del grupo de scouts de Reinosa. En realidad, recuerdo que a mí era al que menos le gustaba porque me daba miedo , pero me fui acostumbrado a las alturas. Los primeros años solo escalaba en verano, con el buen tiempo y claro está, pase muchas horas en Los Peños (Fresno del Río) y más adelante en Gama, cerca de Aguilar de Campoo.

-¿Qué tienen la montañas para que enganchen tanto?

- Es un terreno de juego que te permite seguir conociendo lugares nuevos continuamente. Eso atrae y cuanto más tiempo pasas en la montaña más te das cuenta de todo lo que te queda por descubrir. También es el medio idóneo para marcarte continuas metas. En cuanto escalas una ruta que tenías en mente, asciendes una montaña que te marcaste como objetivo o esquías aquella pala que te dijeron que era muy buena, ya estás pensando en la siguiente. Es una rueda que nunca deja de girar.

- ¿Cuántas modalidades diferentes practicas y cuál es tu preferida?

- Son demasiadas para dedicar tiempo suficiente a una en particular, aunque todas se complementan. Por un lado la escalada en roca, tanto de dificultad como escalada alpina o grandes paredes. Por otro lado la escalada en hielo y también el esquí de travesía al que dedico bastante tiempo en invierno. De algún modo todas ellas se unen en lo que sería el alpinismo, donde las actividades requieren hacer uso de varias o todas estas modalidades en la misma ascensión o vía de escalada. Si me tengo que decantar por una, supongo que eligiera la escalada en roca. Es la que más he practicado durante todos estos años y en mi opinión es la base de todas las demás.

-¿En qué consiste tu trabajo en el Equipo Español de Alpinismo?

- Lo primero y lo mejor de todo es que no es un trabajo. De hecho estaría más cerca de ser todo lo contrario. Somos un grupo de seis chicos (por otro lado está el equipo femenino) en el que nuestro cometido es realizar actividades reseñables de nivel y potenciar nuestra proyección deportiva en el alpinismo. Tenemos un calendario de concentraciones anual y en cada una de ellas nos centramos en actividades de un determinado estilo (roca, hielo, esquí-alpinismo, etc.) normalmente marcado por el lugar elegido. Luego la meteorología manda y cambiamos los planes rápidamente si es necesario.
El alpinismo es un deporte no competitivo, de hecho no existen las competiciones. Nos medimos con la montaña y sus elementos y el baremo lo marcamos nosotros mismos. Eso sí, no necesitamos ni hablarlo, pero nos gusta sentir que hemos dejado el listón alto al final de cada concentración, tanto por las escaladas como por las risas que nos echamos.

- ¿Recuerdas el número de picos y paredes que ha ascendido?

- Me volvería loco si intentara recordarlo.

- ¿Con cuál te quedas de todos?

- Es una pregunta complicada. La verdad que tengo mucho cariño a nuestro vecino el Naranjo de Bulnes. Una pared preciosa que simboliza mucho para mí. Si tendría que decantarme por una montaña diría el Cervino en Europa y el Fitz Roy en Patagonia. Estéticas e impresionantes, independientemente de desde donde las mires. No soy capaz de decir solo una y eso que elijo entre las que yo he visto. Como pared, entre las que yo he catado lo tengo claro. El Capitán en el Parque Nacional de Yosemite. Indescriptible en cuanto a la calidad de sus vías y estético por sí solo.

- ¿En cuántos países has escalado?

- En unos cuantos, sobre veinte más o menos.

- Hasta la fecha ¿cuál ha sido tu mejor momento?

- Tengo muchos y buenísimos momentos muy diferentes entre sí. Lo único que precisamente los hace únicos es vivirlos intensamente, porque sabes que ese momento ya no se repetirá y sobretodo, disfrutarlo con quienes lo compartes, porque sin ellos no sería tan bueno.
No sabría decir un momento que destaque sobre el resto. Aquella cumbre en el Himalaya o mi primer 8c en roca por lo que significaron y el duro camino que supuso conseguirlos; la travesía Chamonix-Zermatt en esquís con mi amigo Pep por las risas y todas las cosas buenas que nos pasaron; un vivac en Patagonia y otro en la arista de Peuterey al Mont-Blanc, por todas las veces que me he podido reír de aquellas noches (a toro pasado), supongo que por lo malas que fueron.

- Habrás corrido riesgos, ¿cuál o cuáles han sido los ascensos más peligrosos que has vivido?

- Si mirara atrás, diría que me la he jugado más hace tiempo, cuando apenas tenía experiencia y los justos conocimientos. Por suerte, cuando comienzas a hacer actividades en montaña, te mueves en medios más benévolos y normalmente rodeado de gente con más experiencia.

En la actualidad, aunque nunca se deja de aprender, la experiencia y conocimientos que tengo se han convertido en una ayuda. Aun así, las actividades de alpinismo dependen de muchos factores para que sean más o menos arriesgadas. Lo hostil del medio o lo remoto del lugar juegan un papel importante. En estés sentido, las escaladas en Himalaya o Patagonia quizá hayan sido las más arriesgadas. Algunas otras actividades en Alpes como la Integral de Peuterey también tuvieron su dosis de adrenalina pero en este caso más por la meteorología y las condiciones del terreno.

- ¿Ha hecho alguna 'machada'?

- No va conmigo eso de hacer las cosas para ser el más valiente. En este deporte toca tirar de valentía y sangre fría en muchos momentos porque el guión así lo exige. Lo que busco es hacer actividades que me motiven y claro, eso implica valerme del físico, la técnica y como no el ‘coco'.

- ¿Te has quedado a medias?

- Muchas veces. En este deporte o te acostumbras a ello o terminarás dedicándote a otra cosa. A veces invertimos tiempo y esfuerzo en escalar una vía, para que al final, se acabe el viaje y tengamos que volver sin ella. Las condiciones de nieve, hielo o meteorología es el pan de cada día. Puede que quieras hacer una ruta que se hizo hace tres días y cuando llegas, las condiciones en que se encuentra son totalmente diferentes. La experiencia y ser meteorólogos a pequeña escala siempre ayuda a que te tengas que dar media vuelta menos veces. Saber renunciar cuando sabes que no es el día es una virtud que la mayoría necesitamos trabajar.

- ¿Cuál es el mejor momento durante un ascenso?

- ¡Cualquiera en el que no tienes que estar porteando una mochila pesada! En realidad todos cuentan y hacen que se te quede aquella ascensión más o menos grabada en la cabeza. Desde la quedada en el bar para ver la logística del día siguiente, escalando algún tramo de vía especialmente bueno o, cómo no, la cumbre. Cada actividad tiene el suyo. Pero un momento que siempre es bueno es el de la cerveza de después. Ahí lo malo ya pasó, con lo bueno nos reímos y ya estamos planeando la siguiente.

-¿ Qué se siente al hacer cumbre?

- Siempre recompensa y alegría. Pero cada cumbre tiene un significado diferente dependiendo de lo que suponga para mí. Los compañeros, las expectativas que tenía en aquella actividad, el esfuerzo que me ha costado... todas esas cosas marcan tus sentimientos en el momento de cumbre.

- ¿Cuándo termina una escalada?

- La escalada no termina nunca. Como decía antes, la rueda no deja de girar y mientras estás metido en alguna actividad ya tienes la cabeza puesta en la siguiente.

- ¿Cuántos días al año estás fuera de casa escalando?

- Los que me conocen saben que sería más fácil contar los días que estoy en casa al cabo del año. Carezco de rutina puesto que si no estoy escalando o esquiando por ocio, estoy en la montaña trabajando, lo cual en mi caso, como guía de montaña, carece también de rutina. Así que lo mismo aparezco para dos semanas que desaparezco para dos meses.

- ¿Cuál es tu próximo objetivo?

- Ninguno en concreto y a la vez muchos. Tengo muchas actividades en mente siempre, de las cuales algunas realizaré y otras quedarán pendientes para la próxima temporada. Hablando de grandes viajes, puede que este año salga a Perú. El objetivo es abrir una nueva vía de roca junto a una cascada de 700 metros. El próximo año será seguramente Himalaya con el Equipo Nacional.

-¿Eres más de hacer tiempos o de la vieja escuela?¿Concibes la montañas como algo más trascendental en su sentido filosófico, etc. o más bien con un fin deportivo?

- Me considero "old school", eso sí, cada uno puede disfrutar de la montaña como quiera mientras no la destroce y permita que los demás puedan disfrutar también de ella. La nueva tendencia de salir al monte y continuamente medir desniveles, pulsaciones y horarios, en mi opinión desvirtúa la esencia del por qué estas allí y no en un gimnasio o una bicicleta estática en casa. No por ello estoy en contra de entrenar. De hecho que mejor sitio que en la naturaleza. Yo mismo en ocasiones también lo he hecho, pero, cuando se convierte en la forma habitual en qué vas a la montaña para mí es una pena. ¡Por cuantos sitios increíbles pasan esas personas y no se dan cuenta de ello!
En ocasiones también me toca ir rápido. Las actividades de envergadura exigen ligereza y fluidez por cuestiones de seguridad. El reloj tengo que mirarlo pero más bien para saber si se me está yendo de las manos y me tengo que dar la vuelta.

- ¿En Campoo, ¿dónde se puede disfrutar del tipo de actividades similares a las que realizas?

- En el valle tenemos algún pequeño sitio donde poder escalar en roca y para actividades un poco más alpinas nos toca subir a los alrededores de la estación invernal. Allí hay buenas montañas para hacer esquí de travesía y algunas caras norte para poder jugar con los piolets.

-La montaña siempre ha tenido una mística especial, pero desde hace años también se critica que es un gran negocio. ¿Cómo valoras esas rutas multitudinarias que se hacen a los picos más famosos del planeta?

- Si queremos ver la montaña como el espacio de respiro, tranquilidad y aventura anónima que siempre fue, deberemos girar un poco la cabeza o perdernos en lugares donde aún perdura esa filosofía. Esto es una realidad y sería muy hipócrita por mi parte criticarlo pues yo soy el primero que me gano la vida a su costa. A pesar de ello y aunque el negocio existe, hay muchas formas de explotarla sin causarla daño ni desvirtuar lo que ha sido siempre.

Las rutas multitudinarias en grandes montañas es algo que borra el encanto de aquellos parajes y más cuando depende de una buena suma de dinero el poder estar allí. Aparece basura cuando antes nunca la hubo o en mucha menor medida y las ascensiones se rigen por la regla del "todo vale" para conseguir el objetivo. Son las consecuencias en su máxima expresión, de que personas que únicamente buscan alimentar su ego puedan acceder a ellas. Obviamente esta situación no es la única que nos vamos a encontrar sino una muestra de lo que está sucediendo en ciertos sitios.

-¿Es muy caro escalar, qué se necesita?

Escalar en roca no es caro. Con un pequeño esfuerzo cualquiera se lo puede permitir y más teniendo en cuenta que el material tiene una vida útil larga. El problema viene cuando te empiezan a gustar más cosas y necesitas equipo de esquí de travesía, piolets, crampones, etc. Así, dependiendo de hasta dónde llega la locura de cada uno, puedes sumar un sinfín de artilugios. Son materiales que suelen durar mucho y como los escaladores tendemos a padecer un estado acusado de síndrome de Diógenes, lo que sucede es que la montaña de material cada vez es más grande. Cuantas más modalidades practiques, más se habrán vaciado tus bolsillos comprando material y la suma puede llegar a ser muy elevada.

Hablando de la vestimenta tenemos otro problema. Las prendas de montaña son caras y en alta montaña la calidad en muchas ocasiones se nota. Es fácil que para ir a la playa vale cualquier cosa, pero para subir a 4000 metros no es así. No hay más remedio que invertir en ello pero, como negocio en que se ha convertido la montaña, puedes ir más o menos ‘a la moda'. La chaqueta de goretex puedes estirarla cuatro años o cambiarla cada temporada y así suma y sigue, hasta las innumerables prendas y accesorios que nos podemos encontrar. La suerte es que a veces las marcas ayudan aportando material y vestimenta. Si no, cuando pasas tantos días al año en la montaña, supondría un esfuerzo económico importante. Eso, o te toca pertenecer a la old school donde estuve yo mismo tantos años (risas).