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Música | Campoo de Suso

"Cuando un olor llega a mí, lo asocio a un recuerdo y siempre tiene una melodía"

Autores de las fotografías: Marcos F. Aldaco, Raúl Ibáñez, Raúl Da Silva, Javier Irastorza, Manuel González y Hugo Selles.

Entrevista con el pianista y compositor Hugo Selles

Hugo Selles (Suano,1988) ha vuelto a Campoo para pasar unos días de descanso y desconectar de sus estudios musicales en Copenhague. Su hogar de toda la vida es la casa natal del pintor Manuel Salces. Una casa de piedra donde el arte siempre ha estado presente y ha cambiado los colores de los pinceles por los sonidos de las teclas. Selles es uno de los pianistas más prometedores del país y desde hace tres años se ha atrevido con la composición. 'Memories from a cold place', publicado en otoño de 2012, es su primer disco. Una obra que evoca las sensaciones que le transmite su tierra y las vivencias de su infancia. Mecenas contemporáneos han fijado desde sus inicios el oído en él, ha recibido numerosos premios, y la Fundación Botín no duda en becar sus estudios.

Ha compuesto la banda sonora de un cortometraje sobre el pintor Enrique Gran y está a punto de sacar al mercado su segundo disco 'Madrid'. Reconoce que le gusta experimentar y no se pone límites. Hay días en los que puede dedicar a la música hasta diez horas y confiesa que el único lugar en el que se siente casi tan a gusto como en un escenario es un estudio de grabación. Aunque en principio estos días de asueto en casa le permitirían descansar y pasear por su querido monte Endino, ha estado en Santander ofreciendo un recital y mañana tiene otro en Madrid. Su hábitat es el escenario.

-¿Cómo surge su afición y por qué eligió el piano?

-Comencé a los 6 años con la música. Realmente no sé cómo surgió exactamente, creo que mis padres me preguntaron si quería tocar el piano y yo respondí que por supuesto que sí. Y desde que empecé he tenido claro que es a lo que me quiero dedicar.

-¿Toca otro instrumento?

-Independientemente al piano, de forma autodidacta me he ido profesionalizando en el uso de los teclados electrónicos. Pero no dejan de ser teclas al fin y al cabo... El resto de instrumentos que toco siempre es de forma totalmente intuitiva, como percusiones, guitarra o armónica.

-¿Cuántas horas dedica al día a la música?

-Generalmente al piano debo dedicarle entre 5 o 7 horas de estudio diarias, aunque cuando estoy por España me resulta más complicado porque cada dos por tres estoy cogiendo trenes o, también hay que decirlo, descansando. Pero a parte, cuando tengo clases o me pongo a componer o hacer grabaciones... Hay días que puedo estar tranquilamente 10 horas centrado en la música.

-¿Qué influencia tiene Campoo en sus composiciones?

-Me gusta componer diferentes géneros y en cada una de las obras me inspiro en algo diferente. Pero "la tierruca" suele tener un papel importante en muchas ocasiones, no solo cuando compongo sino también cuando interpreto. Me gusta recrear los paisajes con música.

-¿Qué es ‘Psychic Equalizer'?

-Es un proyecto que comencé a finales de 2011. En un principio era yo solo, ahora se ha unido un amigo guitarrista, Quico Duret. Cada producción que voy sacando se basa en una idea general concreta. El primer disco está inspirado en mis vivencias en Campoo, mientras el segundo está basado en Madrid - aunque como ejemplo de la soledad que se puede sentir en una gran metrópolis -. Y ya mi estoy poniendo manos a la obra con el tercero...

-En ‘Psychic Equalizer' fusiona jazz, ambient y electrónica ¿tiene algún estilo de música favorito?

-Realmente dentro de esos mismos estilos hay una gran diversidad de diferentes subgéneros. Sería muy difícil decir cuál me gusta más. Si es cierto que la música "ambiental" me llama la atención, especialmente la usada en bandas sonoras. Pero el jazz también me encanta, sobre todo el jazz fusion: Jan Garbarek, Pat Metheny, Chick Corea.

- En ‘Memories from a Cold Place', hay una pieza que se llama ‘Endino', el monte próximo a Suano,¿musicalmente, que le sugiere Campoo?

-Así es, me gustó rendirle un homenaje al monte al que siempre iba a darme un paseo cuando era un adolescente (y al que sigo yendo cada vez estoy por allí). En el disco hay piezas que están inspiradas en el mes de noviembre, creo que es el mes más bonito en Campoo, en cuanto a paisaje se refiere; puesto que llegan las primeras nevadas, el bosque está todavía con el color otoñal, a menudo hay espesas nieblas... Traté de describir eso con música. Otro de los temas es ‘My Little Shadow Died', que personalmente es muy importante para mi. Está dedicado a la mascota que tenía de pequeño. De fondo, acompañando a los acordes de piano, se puede escuchar otra de las cosas que me encanta de Campoo, el sonido de los pájaros. 

-¿Cómo se encuentra la segunda parte del proyecto ‘Madrid'?

-Madrid (or Suite For The Solitary Contemporary Citizen) está acabado. Es algo más complejo que el primer disco y más ecléctico. Hay más blues y más uso de sintetizadores, además de haber añadido un cuarteto de cuerda en uno de los temas. Ahora mismo estamos grabando un videoclip y terminando de preparar toda la edición. Posiblemente estará todo listo para ver la luz hacia abril o mayo.

- ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Ahora mismo en cuanto dé dos recitales de piano en Madrid volveré a Copenhague para continuar mis estudios y en el mes de marzo participar en el festival de música contemporánea PULSAR. Tras esto también tengo un concierto en el Museo Nacional junto a la oboísta Ekaterina Skidanova y el fagotista Antonio Soriano, y el violinista Kehan Zang. Y seguramente, seguirán surgiendo cantidad de diferentes cosas, como me ha ido sucediendo este pasado semestre.

-¿Qué siente en el escenario?

-Me gusta decir que el único sitio en el que me siento casi tan a gusto como en un escenario es en un estudio de grabación.

-¿En qué ámbito se siente más cómodo: intérprete solista, músico de cámara, recitales, componiendo e interpretando sus creaciones...?

-Siempre es muy satisfactorio poder presentar tu propia obra al público, aunque como he dicho anteriormente, con tal de estar con un piano en el escenario, yo contento. Ya sea música de cámara o yo solo. Aunque si debo decir que no hay nada comparable a la sensación de tocar como solista con una orquesta sinfónica.

-¿Cuál es la mejor edad de un pianista?

-Pues la verdad, no sabría responder. Cuando se es niño, se coge con mucha ilusión y todo es nuevo. Es fundamental tener buenos profesores que sepan guiar y a la vez dejar experimentar. Una vez se llega al nivel superior, como cualquier otra carrera, surgen las dudas de... ¡Y qué voy a hacer yo con mi vida! Ahora mismo creo que mi edad es maravillosa, porque tengo el privilegio de estudiar en una escuela de alto nivel, también tengo la oportunidad de ofrecer conciertos y puedo plantearme hacer concursos y planificar qué quiero hacer el día de mañana. 

-¿Qué le gustaría lograr como músico?

-No me pongo límites. Todo lo que hago procuro hacerlo lo mejor posible, no creo que haya nada menos importante que otra cosa. Nunca sabes qué puerta se puede abrir o cerrar. En un futuro, tanto como músico y como persona me gustará poder sentir que he puesto toda mi energía y pasión en todo lo que hecho.

-¿Qué consejo da a los músicos que están empezando?

-Puedo decirles que en gran número de ocasiones se ven las cosas muy muy negras. Es de lo más habitual, y más aún dada la situación de gran parte de Europa. Creo que es vital, para evitar sentirse frustrado y poder ser feliz intentando vivir de la música, tomar las decisiones correctas rápidamente.

- ¿A quién agradece el lugar que ocupa dentro del panorama musical?

-Podría agradecer a millares de personas quién soy como músico. Desde mi familia que siempre me ha apoyado, todos mis amigos, una gran cantidad de músicos, autores o personas de otras disciplinas con los que he compartido grandes experiencias o que simplemente me han inspirado con sus conciertos, sus discos, sus películas, sus charlas, sus libros o sus cuadros; hasta todo un listado de excelentes profesores. Pero por supuesto, debo agradecer a Francisco San Emeterio más que a ninguna otra persona por todo lo que me ha enseñado y aconsejado.

-¿Cómo ve la situación de los músicos en España?

-Siendo sincero, creo que es una situación preocupante. No sólo a nivel de la música clásica, también en otros géneros. En España y otros países europeos la cultura se está viendo afectada injustamente por eso que llaman crisis.

-¿Es necesario salir de España para ser mejor músico?

-Existe la opción de encerrarse en casa y formarse gracias a la grandísima cantidad de material de calidad disponible hoy en día, internet, y ser muy inteligente en la forma de estudiar. Sin embargo, creo que el hecho de entrar en contacto con gentes de otras culturas y compartir experiencias musicales con ellos es tremendamente enriquecedor tanto a nivel humano como musical. En este sentido veo que para cualquier músico español que quiera evolucionar, salir del país es una obligación.

-¿Diferencias entre la música y la educación musical en España y Dinamarca o Europa?

-En el poco tiempo que he estado en Dinamarca he podido notar diferencias tanto positivas como negativas a nivel educativo. Lo primero y más positivo de todo es la consideración que se le da a las artes en ese país. Y claro reflejo de ello son las instalaciones del centro académico en el que estudio (Royal Danish Academy of Music). Intentan hacer todo con absoluta precisión. Aunque, sin embargo, también cabe decir, que muchas veces se producen cancelaciones de seminarios o cambios imprevistos de horario. Al final, como en cualquier otro lado, se depende de muchas personas, y si una falla, tira consigo la organización de otras tantas. Pero yo valoro muy positivamente el buen ambiente que se respira y las continuas ganas de aprender y ayudar a los demás que tiene todo el mundo. Quizá a veces el profesorado sea algo benevolente, en música en España y en otros países hay más mano dura, pero a estos niveles también es cosa de uno mismo ponerse las pilas.

- La mayoría de público es de una edad avanzada, ¿falta educación musical en este país?

-Es cierto el tópico de que en un concierto de música clásica la mayoría de las cabezas son de color blanco. He notado que no sucede lo mismo en Copenhague. Quizá si que sea cierto en tal caso, que falte sensibilización musical en España. Sin embargo, mi experiencia personal no ha sido del todo exactamente igual a la generalidad. Dentro de los conciertos que he ido ofreciendo en Cantabria y otras partes de España en este tiempo he podido ver gentes de todas las edades.

-¿Qué nivel ocupa la música en la cultura hoy?

Hoy en día estamos rodeados de sonido por todos lados. Más aún que hace 100 años. El que no lleva sus auriculares, oye la música de la radio del autobús, o el hilo musical de un restaurante, o la sintonía de cualquier canal televisivo... La música siempre ha ocupado un papel importante en la historia de muchas civilizaciones. La única diferencia es que hoy va acompañada de la tecnología, y ésta la hace más accesible para todo el mundo.

-¿Qué momento vive actualmente la composición musical?

-Es una pregunta compleja y difícil de responder. He oído a mucha gente decir: ya está todo hecho. Lo más curioso es que mucha de esa gente no han oído hablar de Robert Schumann o de Ravi Shankar, por citar cosas diferentes. Aunque si que considero que dentro de lo que se conoce comúnmente como "música comercial" no se está innovando en absoluto. El nuevo milenio ha hecho mucho daño a géneros como el pop, el rock, la electrónica... No sólo con el debate del loudness, pienso que también hay un claro declive en la calidad de las grandes producciones, que, por desgracia, abarcan el 90% del mercado. En cuanto a la "música clásica", casi siempre ha sucedido que las grandes obras de los grandes compositores de la historia no eran comprendidas en su tiempo, como sucedió con la famosa Quinta Sinfonía de Ludwig Van Beethoven. En ese sentido, supongo que el tiempo dirá quiénes son los grandes. Yo tengo claro que la segunda mitad del siglo XX ha dejado a grandes compositores como György Ligeti.

-La Fundación Botín le concede, desde hace muchos años, becas para que continúe su formación ¿es el mecenazgo la opción que más garantías da a un músico para desarrollar su carrera profesional?

-Sin lugar a dudas si no fuera por la Fundación Botín, mi carrera musical hubiera sido bien distinta. Los músicos debemos competir para formarnos donde deseamos, es algo que no ha cambiado tras el paso de los siglos.

- Ha cursado los estudios de Music Business Diploma en SAE Institute Madrid, becado por Warner Music Spain, ¿cuánto de negocio hay en la música contemporánea? ¿Hay muchos músicos que los son por marketing o realmente se merecen el lugar que ocupan?

-La música es un arte. Pero más allá de eso, como todo arte, conlleva una parte de negocio de la que todos deberíamos ser conscientes, desde el músico, pasando por el técnico de sonido y el empresario, hasta el consumidor final. En ese sentido yo respeto todo lo que hacen el resto de personas dentro de sus diferentes estilos, aunque a veces no comparta su criterio (incluso aunque a veces la música se convierta en un puro objeto sonoro mercantil sin ninguna clase de valor artístico). 

-¿Cómo es su proceso creador, qué condiciones tienen que darse para que componga?

-Ninguna en especial. A veces estoy meses sin componer y otras veces me viene la inspiración y no paro.

-¿Cuál es la escuela de piano que más admira?

-Escuela como tal no podría decir una. Se habla de la escuela rusa o la escuela francesa, por citar algunas. Si que es cierto que hay diferentes métodos, toques y técnicas. Aunque yo prefiero admirar más a distintos pianistas.

-¿Cuál es su obra y compositor preferido?

-Es una pregunta bastante complicada. Me considero muy abierto en cuanto a gusto se refiere. Todo lo que llega a mis oídos, sea el estilo musical que sea, procuro escucharlo en cuanto tengo tiempo (aunque finalmente no sea de mi agrado). Pero si que puedo decir que tengo una especial predilección por Sergei Rachmaninov.

-¿Cuál es el sentimiento predominante que le transmite el piano?

-A nivel diario debo ejercitar la parte deportiva, por así decirlo, de tocar el piano. Esa parte creo que hay días que la cojo con entusiasmo y otros con resignación. Pero luego en cuanto al nivel emocional, creo que también depende mucho de lo que se está tocando. A mi me inspira mucho ciertamente la soledad y la tristeza, pero también enormemente la esperanza. Es un sentimiento contradictorio que procuro buscar en las obras que interpreto o que compongo.

- Para el pianista y director de orquesta Daniel Baremboim "la música es una expresión del alma humana. Es algo físico; cómo hacer filosofía y deporte al mismo tiempo", ¿qué es para usted la música?

-En cuanto un olor llega a mi lo asocio a un recuerdo y éste siempre tiene una melodía o un acorde acompañándolo. Sin la música no podría vivir. Gracias a la música he conocido a grandísimas personas y he vivido grandísimas experiencias. Y espero que así siga siendo.

-Para ser un gran músico, ¿basta con el trabajo y el estudio o hay que tener algo más?

-Siempre se habla del talento, aunque sinceramente, no es un tema que me haya parado a pensar detenidamente.

- Ha compuesto la BSO del corto ‘Enrique Gran, en los brazos de la luz', ¿cuál es el arte que mejor conecta con la música?

-Una de las mejores experiencias de las que he podido disfrutar hasta ahora, sin lugar a dudas. Y lo mejor es la gran cantidad de artes que se han conectado con ésta obra. El cine siempre es una buena herramienta para exponer música, pero además en este caso se trataba de poner música a la obra pictórica de Enrique Gran. El trabajo era doblemente gratificante, a la vez que complicado. No sabría decir qué arte cuaja mejor con la música, aún me falta probar la danza...!

- El pinaista y escritor Alfred Brendel comentó que "cuando eres compositor, puedes contradecir a tu padre. Cuando eres un intérprete, debes amarle, sino, intenta ser compositor", ¿qué opinión le merece esa afirmación?

-Estoy de acuerdo en que siendo intérprete no queda más opción que venerar el papel que tienes delante, respetarlo y procurar hacer lo mejor que puedas con él.

-¿Qué margen de libertad tiene un intérprete al piano para modificar una obra ‘clásica'? ¿Dónde están los límites entre lo irreverente y el buen gusto y la innovación?

-Los límites realmente no están escritos. Hay opiniones para todos los gustos. Supongo que aquellos que han pasado a la historia ha sido porque han innovado. Hoy en día la interpretación ha llegado a tales niveles de perfeccionamiento que es difícil superar ejecuciones como las Baladas de Chopin por Zimerman. Pero, aunque hay una serie de parámetros históricos que se deben respetar, siempre hay hueco para aportar una visión diferente. Al fin y al cabo, no hay dos personas iguales, con lo cual nunca existirán dos versiones idénticas.

-¿Hay margen para la improvisación?

-Me gusta esta pregunta. Creo que la improvisación ha perdido el siglo pasado la importancia que tiene. Los grandes improvisaban. Hoy en día cuando se piensa en improvisación se piensa en jazz. Me parece una asociación absurda. Creo que es algo fundamental en la formación de cualquier músico clásico. Me parece sorprendente que músicos de estos que se hacen llamar "de oído" sean capaces de improvisar, aunque sean cosas sencillas, con cuatro acordes; y músicos de carrera sea imposible sacarlos de la partitura.

-¿Qué importancia le concede al silencio?

-El silencio es música.

-¿La música clásica puede ser actual?

-Música clásica como tal es la música del periodo clásico (menos de 100 años). Así que si, entiendo que lo que se conoce comúnmente como "música clásica" puede ser tan actual como cualquier otra música. Y solo hace falta escuchar los continuos "plagios" y citas que se hacen en pop, bandas sonoras y otros géneros a Tchaikovsky, Rachmaninov, Schumann, Bach o Prokofiev.

- Joaquín Achúcarro dijo que "el piano es amigo, enemigo y traidor", ¿lo comparte? ¿Cuál es su relación actual con el piano?

-Totalmente de acuerdo. Mi relación con el piano está pasando por un momento bueno, nos entendemos bien. Yo no le molesto más de la cuenta y él a mi tampoco.

 

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