Alcanzar la cima de la montaña más fría del mundo, el pico Denali de Alaska (6.194 metros), es el reto para este año del alpinista y presidente del club de montaña Valderredible Sport, Roberto Ceballos, que forma parte del ambicioso y arriesgado proyecto ‘Seven Summits' consistente en escalar el pico más alto de cada continente, enmarcado en los Juegos Alternativos y que cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Valderredible.
Para coronar "la montaña más grande", como se traduce en la lengua atabascana y conocido hasta 2015 como pico McKinley en honor al presidente americano, Roberto Ceballos (61 años) y su compañero de expedición Mitxelko Cuñado (40 años) ya se encuentran en Alaska después de un viaje que iniciaron el viernes pasado desde Madrid con escalas en París y Seattle. Este martes, 30 de mayo, iniciarán su cuarta aventura conjunta, que partirá en un vuelo en avioneta hasta el campo base en un glaciar del Parque Nacional y Reseva Denali a 2.000 metros donde los ‘rangers' les darán las pautas necesarias y realizarán los trámites burocráticos obligatorios para atacar la imponente montaña.
Un esfuerzo límite que se prolongará sin tregua durante dos semanas en las que soportarán temperaturas de -30 ºC y sensaciones térmicas que pueden alcanzar los 50 grados centígrados bajo cero por las rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora que se registran cerca de la cima, donde tendrán que subir encordados para afrontar desniveles del 50 por ciento.
Por su parte, el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, reiteró su admiración por la "valentía" de los dos montañeros y agradeció especialmente a Roberto Ceballos su labor como "embajador" del municipio por "llevar el valle a las cimas más altas del mundo y ponerlo en el mapa".
Con ilusión y respeto, conocedores de lo impredecible que es la montaña, Ceballos y Cuñado han calculado que para completar la aventura tendrán que dedicar entre 14 y 16 días, a razón de 6 o 7 horas en cada jornada, y siendo conscientes de que no habrá noche cerca del Polo Norte. Una vez finalizada la ruta diaria, lejos de descansar, tendrán que montar la tienda y construir con bloques de hielo -que cortarán con una sierra- un parapeto para aislarse del frío y no sufrir contratiempos en su pequeño margen de descanso.
Para no desfallecer, aunque también pondrán a prueba su resistencia, cargarán durante la travesía con un trineo que pesará entre 40 y 50 kilos lleno de alimentos liofilizados, enseres de cocina, ropa técnica y material de escaldada, ya que tendrán que ir encordados para afrontar en el final del ascenso de una montaña muy técnica con pendientes que llegan al 50 por ciento de inclinación.
El desayuno y la comida será a base de hidratos mientras que la cena se basará en una dieta de proteínas para compensar el gasto de 5.000 calorías diarias, además de los tres litros de agua que beberán para hidratarse.
Antes de "atacar la cumbre" tendrán que subir y bajar para aprovisionarse en función de sus necesidades y pasarán por cuatro campamentos ubicados a 3.000, 4.000, 4.800, 5.300 metros. En principio, la mayor dificultad vendrá en las dos últimas jornadas, fruto del desgaste y la verticalidad de las paredes que tendrán que subir con cuerda fija y piolets, pero también con el factor positivo de la motivación para lograr su reto.
Entrenar con sacos de arena por los cortafuegos de Valderredible
Para conseguir su nueva meta y clavar la bandera de Valderrredible en lo más alto del Denali, que hondeará junto a la de Camaleño con motivo del Año Jubilar Lebaniego, el presidente del club de montaña Valderredible Sport ha entrenado los tres meses previos realizando ejercicios específicos de resistencia, con una mochila a la espalda con un peso de 20 kilos subiendo "por todos los cortafuegos del valle", y que en los últimos días la sustituyó por un trineo "tirando de lumbares" en el que transportaba sacos de arena con una carga superior a los 30 kilos para aclimatarse a las condiciones que tendrá que vencer en su reto alpino.
Las siete cimas más altas del mundo desde Valderredible
Valderredible es el punto de partida del proyecto de Roberto Ceballos, ya que es el lugar donde nacieron los Juegos Alternativos a partir de unas competiciones de carácter local celebradas en 2012, "germen para crear unos rasgos diferenciales que no tiene ningún otro evento deportivo en el mundo", sostiene desde la organización.
En el año 2014, los responsables de los Juegos Alternativos (JJ. AA.) se propusieron el reto de colocar su bandera oficial en el techo de África, y los seis miembros de la expedición montada a tal efecto llegaron a la cima del Kilimanjaro. Esta fue la primera de las siete cumbres más altas de los siete continentes de la Tierra, ‘The seven summits' (al incluir a la Antártida y dividir América en Norte y Sur) que ascendió la expedición con origen en Valderredible "y otorgar así una dimensión internacional a los Juegos Alternativos".
En 2015 hicieron cumbre en el Elbrus (5,642 m) por su condición de pico más alto de Europa, en el Cáucaso, al que se añade el intento de alcanzar el diciembre de 2016 el Aconcagua. Según explica Roberto Ceballos, el próximo objetivo es coronar el Denali (6,194 m) de Alaska en junio de 2017, y le seguirán en años sucesivos el monte Jaya (Puncak Jaya en indonesio), también conocido como pirámide de Carstensz (4,884 m); en 2019 el Monte Vinson Antártida (4,892 m) y el intento para coronar el techo del mundo, el Everest (8,848 m) en 2020.
