La Residencia San Francisco de Reinosa organizó el pasado viernes un homenaje a Esperanza Rodríguez Fernández por su cien cumpleaños. El acto comenzó a las 10.30 con una misa en la que se la entregó una placa de plata con la imagen del nacimiento del Ebro, con una inscripción que hacía referencia a su centenario, con el nombre y la fecha conmemorativa.
Esperanza estuvo arropada por sus compañeros de residencia, familiares y trabajadores, y disfrutaron de un menú especial para la ocasión.
Ya por la tarde hubo una actuación en su honor, amenizada por Briz, que cantó y tocó el órgano, en compañía de Pepín, que hizo de maestro de ceremonias. Para poner el punto final a este entretenido día, Esperanza recibió un diploma de parte de los trabajadores de la Residencia San Francisco.
Esperanza es natural de Valdeprado del Río, y la mayor de cuatro hermanos (Emilio, Adolfo y Aurelio), ya fallecidos. Se casó con Jaime Gutiérrez, con quien tuvo un hijo, Adolfo.
Desde su matrimonio ha residido en Matamorosa y hasta casarse con Jaime se dedicaba a las tareas del hogar en la casa de sus padres y al campo. Una vez casada, dedicó sus horas de trabajo a ser ama de casa. Tiene tres nietos (Adolfo, Mamen y Alicia) y dos bisnietas (Andrea y Jana). Asimismo, es usuaria del centro desde 2006.