Toda precaución es poca y la Confederación Hidrográfica del Ebro no ha querido dejar la seguridad de los núcleos cercanos al pantano del Ebro al azar. Según los planes de emergencias de presas fijados por la Directriz Básica de Protección Civil, la CHE ha adjudicado la implantación del plan de emergencia del embalse del Ebro por un presupuesto de 222.262 euros.
Así, entre los sistemas previstos de aviso a la población se instalarán tres sirenas. La primera, en la misma presa y, las otras dos cerca de los núcleos urbanos de Bustasur y Aldea de Ebro, localidades ribereñas del río Ebro y cercanas al dique, pertenecientes a los municipios de Las Rozas de Valdearroyo y Valdeprado del Río respectivamente.
Con un plazo de ejecución de seis meses, se acondicionará la sala de emergencias y se renovarán las redes de comunicación, así como los sistemas de aviso a la población. Además, el plan incluye una campaña de información y divulgación sobre el embalse. Un protocolo de seguridad que es obligatorio para todas las presas españolas, que con su rotura afectarían gravemente a núcleos de población cercanos, situación en la que los vecinos dispondrían de 30 minutos desde el momento que sonaran las sirenas de aviso hasta el desbordamiento del agua.
La redacción y la implantación de los planes de emergencia de presas la fijó la Directriz Básica de Protección Civil y se desarrolló en el Reglamento Técnico de Seguridad de Presas de 1996. Todas las presas de construcción posterior a esa fecha deben tener implantado su plan de seguridad para continuar con el plan de puesta en carga (sus pruebas de llenado) y para poder pasar después a su fase de explotación.
En las actuales oficinas del dique de Arroyo se adecuará una sala de emergencia para albergar todo el sistema de telecomunicaciones requerido en el plan. La seguridad de la presa está en constante vigilancia, cada una de las instalaciones cuenta con decenas de dispositivos que miden el estado en el que se encuentra la estructura.
Para reforzar esta seguridad, la Confederación Hidrográfica del Ebro, instaló, hace siete meses, un equipo de auscultación de la presa, con medidores para juntas o fisuras, cuyas lecturas se realizan mediante micrómetros digitales o analógicos, y que controlan desplazamientos entre bloques o fisuras aparecidas en cualquier parte del muro.
