Más de setenta vecinos del pueblo de Cervatos, en Campoo de Enmedio, honraron el 3 de febrero a su patrono, San Blas, en una jornada teñida de blanco por la nieve, consistente en una misa cantada en la Colegiata de San Pedro, la bendición de cordones y pañuelos que los fieles pasaron por las manos y garganta del santo (según la tradición, San Blas cura los resfriados si se realiza esta práctica), procesión con la talla del Santo y de la Virgen, comida en el centro social del pueblo y homenaje a los mayores.
Según explicó el alcalde pedáneo de la localidad, Valentín Rivero, que estuvo acompañado por varios miembros del Equipo de Gobierno de Campoo de Enmedio, esta edición contó con varias novedades, como la recuperación del pendón y el estandarte con el renovado escudo de la localidad, ya que los anteriores se encontraban deteriorados y este año decidieron sustituirlos por unos nuevos. Asimismo, además de salir en procesión porteando a San Blas, las mujeres de Cervatos llevaron sobre sus hombros la talla de la Virgen, un acto que no se realizaba desde hace diez años.
