Fue ayer, en Roma, en el Vaticano, cuando el cántabro Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, fue nombrado cardenal. Durante la ceremonia, celebrada por el Papa, Osoro recibió junto a otros 16 cardenales la birreta, el anillo y los respectivos títulos y diaconías.
Acabada la homilía el Santo Padre leyó la fórmula de creación y proclamó solemnemente los nombres de los nuevos cardenales anunciando el orden presbiterial o diaconal. El rito prosiguió con la profesión de fe de los nuevos purpurados frente al Pueblo de Dios y el juramento de fidelidad y obediencia al Papa Francisco y a sus sucesores.
A continuación los nuevos cardenales, según el orden de creación, se arrodillaron ante el Santo Padre que les impuso el capelo y la birreta cardenalicios, les entregó el anillo y asignó a cada uno una iglesia de Roma en señal de participación en la solicitud pastoral del Papa en la Urbe.
Tras la entrega de la bula de creación cardenalicia y de asignación de los títulos y diaconías, Francisco intercambió con cada uno de los purpurados el abrazo de la paz.
Osoro nació en 1945 y después de estudiar magisterio, pedagogía y matemáticas fue ordenado sacerdote en 1973 en Santander. Posteriormente fue nombrado arzobispo de Oviedo, de Valencia en 2009 y de Madrid, en 2014.
Representación cántabra
El consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, en representación del Gobierno de Cantabria, asistió a la investidura como cardenal del arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro.
La delegación autonómica estuvo compuesta también por el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, como la máxima autoridad religiosa de Cantabria; el alcalde de Castañeda -el municipio de nacimiento del cardenal electo-, Santiago Mantecón Laso, además de un centenar de cántabros que se han desplazado por su cuenta hasta la capital italiana.
El encuentro religioso, que duró tres horas y media, dio paso, a las 16:30 horas, a una reunión más cercana en el Aula Pablo VI, una de las grandes audiencias de El Vaticano, donde los trece nuevos cardenales (el único español era Osoro) saludaron a las personas que se han acercado a Roma para acompañarles.