El Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA) del Gobierno de Cantabria, dependiente de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, lidera el proyecto de investigación 'Estrategias para frenar la matorralización y fomentar la producción animal en pastoreo en la montaña cantábrica y gallega', una iniciativa en coordinación con los centros de investigación y formación agrarias de la Xunta de Galicia y el Gobierno del Principado de Asturias para promover el pastoreo de montaña como medida preventiva en la lucha contra los incendios forestales.
Iniciado en 2018 con la financiación del Gobierno de España, el proyecto en Cantabria se desarrolla en la finca de selección y experimentación ganadera La Jerrizuela, en Coo de Buelna, dependiente del Gobierno de Cantabria y gestionada por la dirección general de Ganadería y en el monte de utilidad pública, propiedad de la junta vecinal de Coo.
Con el objetivo general de poner en valor los montes y la ganadería autóctona del norte de España, la actividad de experimentación sobre el terreno del proyecto consiste en el estudio detallado de diferentes opciones de gestión pastoral con potencial para generar beneficios tangibles en la montaña cántabra y en las ganaderías extensivas que la utilizan.
Todas las opciones se basan en el pastoreo de distintos tipos de ganado autóctono, en la complementación de pasto mejorado de buen valor forrajero con pasto matorralizado de monte y en actuaciones concretas para mejorar el pasto del monte.
En cuanto al ganado utilizado, está integrado por dos lotes de vacuno tudanco y dos rebaños de ganado menor (uno de ovino carranzano y otro de caprino del tronco pirenaico). Cada uno de ellos muestra en pastoreo comportamientos y dietas diferentes, algo que contribuye a cumplir el objetivo del proyecto de aprovechar tales diferencias para lograr los mejores rendimientos de los animales y el mejor control de la matorralización. El pastoreo de ganado menor es el que presenta los mejores resultados, mejorando incluso el pasto para su posterior aprovechamiento por el vacuno.
Con el fin de cuantificar su rendimiento y lograr su diferenciación y promoción en el mercado, el proyecto que lidera el CIFA se encarga también de estudiar las características de la carne de los terneros, los corderos y los cabritos que permanecen con sus madres en el pasto durante la primavera y el verano.
Investigaciones anteriores han demostrado que la carne de animales alimentados con pasto, y especialmente en pastos de montaña, presenta características organolépticas y nutritivas diferentes a la obtenida en otros sistemas productivos.
Pasto mejorado vs. pasto matorralizado
Además del pastoreo de distintos tipos de ganado autóctono, el proyecto cuenta con un segundo eje consistente en la complementación de pasto mejorado de buen valor forrajero con pasto matorralizado de monte, buscando así potenciar la adecuada utilización de este último, aumentar su resistencia al fuego y mantener mosaicos de vegetación de alto valor natural.
Esta disposición contribuye a reflejar un paisaje de montaña típico de Cantabria, con fincas de invernales dispersas en el monte, cada vez más en desuso, y permite analizar el uso por el ganado de ambos tipos de vegetación pastoral con el propósito de definir la proporción adecuada para cada tipo de ganado.
El proyecto se completa con otras actuaciones de mejora del pasto del monte y de control de su matorralización, estudiando las más comunes, como los desbroces, con otras menos extendidas, pero potencialmente viables en muchos montes, como son las quemas prescritas, el redileo del ganado o el uso puntual de complementos para su atracción.
Todos los ensayos del proyecto se basan en la monitorización del estado del suelo, la vegetación y el ganado con el fin de analizar sus efectos a corto, medio y largo plazo. Además, se combina el uso de nuevas tecnologías, tales como collares de seguimiento GPS y teledetección, con labores, mediciones y análisis que requieren de los técnicos, investigadores y personal laboral de la finca La Jerrizuela.
En concreto, participa el personal de los servicios de las direcciones generales de Desarrollo Rural, de Ganadería y Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático. Estos últimos son, a su vez, los responsables de la gestión del Plan Estratégico de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales (PEPLIF). A todos ellos hay que sumar el apoyo de las entidades locales propietarias de los terrenos.
En lo que se refiere al personal investigador, en Cantabria participa un equipo dirigido por los responsables del proyecto, los doctores Juan Busqué y Emma Serrano, a los que se suman dos estudiantes de postgrado que se encuentran realizando sendas tesis doctorales, lo que supone la formación de nuevos investigadores en esta área y la publicación científica de la mayor parte de los resultados que se generen.
"El arma más sostenible"
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha destacado la importancia de este proyecto para mejorar la gestión de los montes con uso pastoral, potenciar la ganadería extensiva y fortalecer la profesión ganadera, "clave en el desarrollo rural de Cantabria", además de contribuir a la lucha contra los incendios forestales que son provocados cada año en Cantabria.
"Este proyecto cumple a la perfección con muchas de las políticas que defendemos desde el Gobierno de Cantabria a la hora de proteger la naturaleza y la biodiversidad de la región con el arma más sostenible que podemos encontrar, que es la actividad ganadera", ha subrayado Blanco.
Por ello, ha hecho un llamamiento al sector ganadero para que se implique en este tipo de proyectos que "sólo va a traer cosas buenas", en clara alusión a la prevención contra los incendios forestales, la mejora de la calidad del suelo, el aumento de la biodiversidad y el impulso de la ganadería en extensivo que tan bien promueve el pastoreo de montaña.
El titular de Desarrollo Rural también ha destacado la coordinación de tres comunidades autónomas ¿Cantabria, Asturias y Galicia- para desarrollar un proyecto que pone en valor la extraordinaria labor que desarrollan los centros de investigación y formación agrarias, como el CIFA, a la hora de potenciar la imagen del ganadero como productor de alimentos, promocionar las políticas de transformación y venta directa, así como incentivar la diferenciación del producto agrario como producción tradicional y de calidad.
También ha elogiado el impulso que el CIFA da al sector agroalimentario a través de la investigación, la transferencia, la formación y los servicios de laboratorio y de documentación, además de los proyectos de investigación de gran calidad que desarrollan, en colaboración con otras entidades públicas y privadas, para obtener soluciones a los problemas del sector agrario y desarrollar la diversificación productiva.
Finalmente, ha apostado por afianzar este tipo de líneas de investigación con el fin de establecer una red de fincas de investigación en ganadería extensiva en la Cordillera Cantábrica.