El censo cántabro de razas cárnicas ha experimentado un crecimiento ligeramente superior al 10 por ciento en lo que va de legislatura, de forma que la comunidad autónoma ha pasado de estabular 30.000 reses en 2011 a las más de 33.250 con que se cerró 2013. El reto para el Gobierno, una vez recuperado el sector, es explorar ahora las opciones de expansión territorial para difundir nuestras razas autóctonas, avanzar en la investigación para optimizar los modelos de negocio y perseverar en la selección genética para ganar en competitividad.
Lo ha dicho la consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria, Blanca Martínez, que ha renovado hoy el convenio con la Federación de Asociaciones de Criadores de Razas Cárnicas para 2014, dotado con 40.000 euros. Esta cantidad servirá para sufragar sus gastos de funcionamiento.
El convenio, expuso Martínez, supone una confirmación más de la "apuesta de este Gobierno por las razas cárnicas, las cuales desde el principio hemos considerado como un nicho de empleo y riqueza imprescindible de cara a apuntalar el desarrollo rural en la comunidad autónoma".
A su juicio, "el sector de la carne es un aliado excepcional para otro de nuestros sectores punteros, el lácteo, que lo llegó a pasar muy mal años atrás pero ha logrado estabilizarse en esta legislatura hasta el punto de que en 2013 batimos el récord de nuevas instalaciones".
La situación dista mucho de la que existía en 2011. La consejera detalló cómo halló "un campo triste, apagado, sin cintura y resignado", sometido a "muchas incertidumbres" que poco a poco se han ido despejando gracias a la "buena negociación de la PAC" y los mecanismos que se han puesto en marcha para intentar mitigar el efecto de la desaparición de las cuotas lácteas "que rubricaron PSOE y PRC".
Todo ello no hubiera sido posible, insistió Martínez, "sin el tesón de nuestros ganaderos ni el esfuerzo de todos los cántabros. Porque el Gobierno, pese a que todos conocen la reducción de ingresos de la Administración, decidió que el vacuno era un sector estratégico, y no sólo ha logrado mantener el nivel de ayudas para provocar la inversión privada, sino que lo ha aumentado".
La consejera detalló cómo entre 2011 y 2013, se han concedido más de seis millones de euros en ayuda directa a los productores de ganado de carne, con una ligera tendencia al alza que va desde los 2.073.593 euros en 2011 a los 2.184.700 con los se ha cerrado 2013. Contrapuso estas cifras a las de la legislatura anterior, 1,9 millones en 2009, y menos aún, 1,8 millones, en 2010.
"Hemos logrado además reducir sensiblemente los plazos de demora en los pagos que nos encontramos al llegar al Gobierno, que eran inaceptables porque suponían transferir un coste financiero a los ganaderos, y a la vez hemos impulsado algunos cambios normativos para favorecer el incremento de los censos", añadió la consejera. Entre ellos, resaltó el marchamo de calidad que aporta el logo de raza autóctona para la comercialización de las canales.
Los censos
La consejera de Ganadería aportó la evolución de los censos de razas cárnicas en lo que va de legislatura.
En el caso de la tudanca, en solo dos años, de 2011 a 2013, el censo ha crecido de 12.944 a 13.644 animales; setecientos animales más, casi dos tudancas más al día.
En asturiana de montaña, se ha pasado de 1.928 a 2.438 reses, mientras que en asturiana de los valles, la evolución ha sido de 5.925 a 6.767 animales.
En parda de montaña, en 2011 había 4.694 y hoy son 5.108 reses, mientras que en pirenaica se ha pasado de 3.275 a 3.950 animales, y en monchina, de 1.243 en 2011 a 1.346 al cerrar 2013.
"Hay motivos más que sobrados además para ser optimistas", concluyó la consejera, que expresó su convencimiento de que "la progresión del vacuno de carne va a continuar al alza". "No va a ser un camino fácil, pero creo sinceramente que el más difícil ya le hemos recorrido junto al sector, y ese camino pasaba por recuperar a nuestro ganado de carne y volver a disponer de un sector fuerte y competitivo", concluyó.