El pasado 4 de mayo el luchador Antonio Fuarros Santamaría se proclamó, por tercer año consecutivo, campeón de España de MMA o Artes Marciales Mixtas. El miembro el Club de Lucha Esparta, natural de Santiago de Cartes, conoce la comarca campurriana desde su infancia. "A mi padre le encanta Reinosa, venimos constantemente", recuerda. Ahora mismo, se encuentra entrenando para el Campeonato del Europa que tendrá lugar el 22 de junio en Roma. "Como en cada encuentro, entraré con la canción Viento del Norte", destaca.
¿Cómo comenzó su carrera en las MMA?
Durante mi adolescencia entrenaba boxeo en Torrelavega, pero nunca me inscribí en una competición, me intimidaba. Cuando entras en un rin eres consciente que las intenciones de tu contrincante no son buenas, son palabras mayores. Por ello, me interesaron los campeonatos para principiantes del Club de Lucha Esparta. En ellos la amenaza era nula.
¿Conocía anteriormente este club?
No, me enteré de su existencia hace cinco años cuando Tomás Ramos comenzó a entrenar en Cartes. Pero las Artes Marciales Mixtas ya me interesaban en el gimnasio torrelaveguense.
¿Ha cambiado su parecer sobre las MMA?
El conocimiento es como un tablero de ajedrez, si solamente conoces un recuadro tus fronteras son bastante pequeñas. Por esto, en un primer momento, al haber entrenado boxeo, me consideraba un luchador experimentado, pero cuando me enfrentaba a mis compañeros me daba cuenta que me tenían mucho que enseñar. Ahora concibo las situaciones de otra manera.
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¿Cómo trascurrió el Campeonato de España de 2017?
Por la mañana luché en el nacional de grapping - enfocado al derribo y a la sumisión- que también se desarrollaba en Cáceres. Terminé tercero. Pero esa misma tarde, tuvieron lugar los dos encuentros de Artes Marciales Mixtas.
Tengo que confesar que antes de empezar los combates me temblaban las piernas. Además, mis nervios se incrementaron al ver un combate donde un luchador terminó magullado. No obstante, en cuartos mi actuación fue buena. En el último encuentro combatí contra Javier Guzman, un luchador al que comenzaron a llamar El Cazador porque siempre ganaba por KO. Cuando entré en el rin tenía la sensación de que quería hacerme daño. Mantuvimos un enfrentamiento durísimo, es más, hasta el último momento pensé que Guzman me derrotaría, pero no fue así.
Nuevamente, vence en el Campeonato de España del 2018.
También me enfrenté contra Guzman. Durante ese combate experimenté bastantes dolores. Una semana antes del campeonato me dio una lumbalgia mientras levantaba peso muerto. Todas las mañanas tomaba antinflamatorios e iba a entrenar. En esos momentos entendí que un campeonato nunca será tan duro como un entrenamiento. Todavía recuerdo como cantaban mi nombre desde las gradas. Me sentía como en una nube, no me lo creía.
Por tercer año consecutivo es campeón de España.
En Guadalajara competimos con el sistema escandinavo -nos enfrentamos todos contra todos en dos encuentros-. Primeramente, gané a mi contrincante con un KO en el segundo intercambio de mano. Solamente tardé 17 segundos. En el combate decisivo derribé a mi rival con un KO técnico, es decir, que los árbitros pararon el encuentro porque las condiciones de salud de mi rival no eran buenas. Es necesario saber parar los enfrentamientos tanto para bien como para mal.
¿Usted pararía?
Por orgullo de luchador, es mucho lo que entrenamos, intentaría continuar. De hecho, en el III Campeonato de Europa de Combat Sambo el 15 de diciembre del 2018 experimenté una circunstancia similar en un enfrentamiento donde Obel Gaeta me derrotó con una llave de brazo.
¿Cómo son sus entrenamientos tras conocer que acudirá al Campeonato del Mundo?
En las sesiones me centro en mantener el ritmo. En ocasiones, el vencedor de un encuentro no es el mejor, lo es el luchador que aguanta físicamente un más ritmo fuerte.
¿Cómo conoce su límite?
Cuando necesito ir al baño a vomitar.
¿Cuáles son sus cualidades como luchador?
En cada encuentro intento hacer un buen enfrentamiento para no decepcionarme a mí mismo. Por eso, momentos antes a cada combate me encierro en el vestuario para concentrarme y motivarme.
Pero su misión también se asocia a la opinión social.
Las Artes Marciales Mixtas se relacionan en la sociedad con el macarreo, pero es todo lo contrario. Nuestro cometido es intentar que no se asocie y creo que la Federación Española de Lucha lo está consiguiendo. Queremos que se valore que un campeón de MMA pueda abusar y no lo haga.
El Club de Lucha Esparta está interesado en crear un equipo femenino.
Nos encantaría, es impresionante ver un combate entre dos luchadoras, soportan mucho más el dolor que un hombre. Yo no lo aguantaría.
