La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte declaró, hace ya veinte años, Bien de Interés Cultural, con categoría de yacimiento arqueológico, a favor del campamento romano de El Cincho, ubicado en la localidad de La Población, perteneciente al Ayuntamiento de Campoo de Yuso y del castro prerromano de Las Rabas, también conocido como asentamiento cántabro de Cervatos en el municipio de Campoo de Enmedio.
Mediante resolución publicada en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) en los primeros días de mayo de 2004, la Consejería de Cultura, incoó expediente de declaración de BIC, con la categoría de yacimiento arqueológico, para el campamento romano de El Cincho, recogiendo también, la necesaria protección del enclave que cuenta con una extensión de 152.000 metros cuadrados en los que se engloba un campamento militar construido al efecto para alguna de las campañas ofensivas emprendidas por los romanos en los primeros años de las Guerras Cántabras (29 a. C. - 19 d. C).
El yacimiento fue excavado, durante el verano de 2001, por un equipo de investigadores dirigidos por el arqueólogo Manuel García Alonso. Ubicado a una cota de 905 metros este campamento de planta rectangular presenta las características típicas de los asentamientos militares romanos. Un muro perimetral de esquinas redondeadas y un foso encierran el recinto de ocupación, abierto únicamente a través de dos puertas en clavícula. Este amurallamiento se percibe, en su mayor parte, como un gran derrumbe que alcanza los 4,50 metros de anchura, con afloramiento de piedra local que apenas presenta huellas de talla. En la zona peor conservada, la meridional, consecuencia de los sucesivos arados, se puede apreciar la existencia posible de hasta tres líneas de murallas distantes entre sí unos diez metros. No es de extrañar cuando se trata de la zona con unas condiciones naturales más desfavorables para la defensa.
En este lugar se ha testimoniado, además, un emplazamiento atrincherado del ejército y las milicias republicanas de la Guerra Civil española, percibiéndose en el cerro hasta tres líneas de trincheras en zig-zag situadas al Este de la cota y dominantes a la carretera de Corconte y Burgos, por donde finalmente se produjo la ofensiva contra la posición. El campamento romano de El Cincho de más de 2000 años de antigüedad, separado por 22 kilómetros de la ciudad romana de Iulióbriga (Julióbriga), por su ubicación era una posición clave en cuanto al control de la ruta del Ebro.
Dos años de sondeos arqueológicos
Con la llegada del verano, se reanudaron, por segundo año consecutivo hace siete años, el proyecto financiado por la Consejería de Cultura y auspiciado por la Universidad de Cantabria para avanzar en la investigación y conocer el pasado del campamento romano de El Cincho.
Para el arqueólogo Manuel García Alonso, después de una década del inicio de los trabajos de campo desarrollados en el verano de 2001, El Cincho se trata de un campamento levantado para una legión completa, por su superficie de algo más de 15 hectáreas y, por la situación del enclave, dominando visualmente la gran llanada de La Vilga (hoy inundada por el Embalse del Ebro), de gran importancia estratégica para el ejército romano, siendo un asentamiento que engloba un campamento militar construido, con toda seguridad para alguna de las campañas ofensivas emprendidas por los romanos en los primeros años de las Guerras Cántabras.
Las Rabas
El castro prerromano de Las Rabas (Cervatos) también fue declarado en el mes de mayo de 2004 como Bien de Interés Cultural. El asentamiento se localiza en el paraje del mismo nombre, a 1,5 kilómetros al noroeste de la localidad de Celada Marlantes, en Campoo de Enmedio. El emplazamiento está rodeado por el norte y oeste por lomas y, por el sur los límites orográficos vienen marcados por el cauce del río Marlantes. El conocimiento del yacimiento de Las Rabas parece estrechamente ligado a las excavaciones en la villa romana de Julióbriga. Las últimas actuaciones arqueológicas se ejecutaron en 2018.
El castro es conocido desde los años sesenta del pasado siglo, habiéndose excavado en varias campañas, realizadas por el Seminario Sautuola, bajo la dirección de M. A. García Guinea. En dichas campañas de excavación se localizaron algunos materiales arqueológicos en la parte occidental del mismo, donde a su vez se puso al descubierto la muralla. No obstante, los principales materiales fueron hallados en la vaguada situada al Norte del castro. Estos consistían en cerámicas, realizadas tanto a torno, de tipo celtibérico, como a mano; abundantes objetos metálicos, con fíbulas, cuchillos, etc.; restos de fauna y otros. Se trata de un castro prerromano situado en la cima de una pequeña colina. Presenta una muralla realizada a base de sillares irregulares, que delimita todo el recinto. En el interior del castro no se ha observado la presencia de ningún tipo de estructura. En la parte septentrional del monte, fuera del recinto amurallado, hay una vaguada donde se han realizado las principales excavaciones, y donde se documentó una estratigrafía compleja, con gran número de materiales arqueológicos. Su funcionalidad es desconocida, aunque por el material hallado y las características del lugar, posiblemente se trate de la necrópolis del castro.
