Llegan el invierno y el mal tiempo, pero la falta de ganas de salir de casa no van a lograr que no tengamos que hacerlo. De hecho, aunque lleguen la nieve y el hielo, tendremos que coger nuestro coche, y puede que en algún momento del trayecto nos veamos sorprendidos por unas condiciones meteorológicas que nos obliguen a extremar precauciones. Es por eso que hay que prevenir y decidir si colocamos unos neumáticos de invierno en nuestro coche o si instalamos las cadenas de nieve cuando sean necesarias.
Comparativa entre cadenas de nieve y neumáticos de invierno
Para poder decidir entre los neumáticos de invierno y las cadenas de nieve hay que comparar. En primer lugar, hay que tener en cuenta lo evidente: las cadenas de nieve tenemos que instalarlas en el momento en que hay nieve en la carretera y, además, no es del todo sencillo colocarlas, menos aún cuando las condiciones climatológicas no acompañan. Por ello, en cuanto a comodidad, los neumáticos de invierno ganan por goleada. Una vez comienza el invierno, colocamos estos neumáticos y no los quitamos hasta que finaliza la estación, por lo que podemos circular con tranquilidad y sin necesidad de detenernos y realizar distintas maniobras de instalación cuando se ponga a nevar.
La desventaja de los neumáticos de invierno en este sentido es que, para poder instalarlos, a no ser que acudamos a un taller, debemos saber cómo hacerlo, una tarea nada sencilla. Las cadenas de nieve, por su parte, no son tan difíciles de instalar, sobre todo si son de tela. Además, debemos contar con un buen espacio para guardar los neumáticos que retiremos para instalar los de invierno, mientras que las cadenas solo ocupan un pequeño espacio de nuestro maletero.
En lo que se refiere al precio de ambos, debemos tener en cuenta que el de las cadenas para la nieve varía dependiendo del tipo que adquiramos. Las cadenas de nieve en spray son más económicas (desde 10 euros), seguidas por las metálicas, que cuestan en torno a tres veces más. Las cadenas para la nieve de tela están disponibles a partir de unos 50 euros y, por último, las cadenas para la nieve que quedan fijadas a la llanta gracias a un soporte son las que tienen un precio más elevado, por encima de los 200 euros. Los neumáticos para la nieve, por su parte, cuestan en torno a un 10% más que los neumáticos normales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque compremos dos juegos completos de ruedas, cada uno de ellos solamente lo utilizaremos durante la mitad del año, por lo que su vida será mayor que si usáramos siempre los mismos.
Por último, con respecto a la seguridad, las cadenas de nieve conllevan el riesgo de no haberlas colocado bien. Los neumáticos de invierno solo son peligrosos si no están homologados.