Los trabajos de mejora de la carretera CA-830 Matamorosa-Suano mantienen cortada desde hace casi dos semanas el tramo entre el cementerio de Izara y la localidad de Suano. La empresa contratada por la Consejería de Obras Públicas trabaja en los últimos días en la zona del arroyo de Ricueva, afluente del Izarilla, donde se está construyendo un nuevo marco unicelular prefabricado que sustituirá al actual. El acceso a Suano debe realizarse ahora por la carretera que une Izara con Villacantid.
Las obras, según explicaron a principios de mayo el presidente de Cantabria y el consejero de Obras Públicas, deberían estar finalizadas para el mismo mes de 2015 y comprenden la ampliación de la plataforma y el refuerzo del firme, a lo largo de sus 4,8 kilómetros de longitud, con un coste superior a los 1,4 millones de euros.
Con estas obras se resolverá el deterioro del firme y se introducirán importantes mejoras en la seguridad vial de una carretera con un alto índice de tráfico, al alcanzar los 1.092 vehículos de media diaria.
Las obras incluyen mejora del trazado, tanto en planta como en alzado, realizándose mejoras puntuales en diferentes zonas. También se llevarán a cabo muros de sostenimiento de la carretera y uno de contención, ampliándose el pontón sobre el río Izarilla, aunque manteniendo la geometría actual.