Desde la semana pasada algo se mueve en los escaparates de los comercios de Reinosa. Una nueva decoración, que en ocasiones se sale del marco de cristal, menos convencional y más llamativa, que reclama la atención del potencial cliente para que fije su mirada y se detenga frente al local. Ese gesto, ya es un gran paso para seducir al comprador.
"Un buen escaparate repercute en las ventas de un comercio, es un vendedor silencioso y su tarjeta de visita", asegura la ilustradora Almudena Báscones Calafate, que desde hace varios días imparte un curso teórico-práctico de escaparatismo, para que una docena de comercios de la ciudad saque más partido a la cara visible de sus negocios.
"El comerciante quieren poner escaparates, lo que pasa es que muchas veces tiene miedo a su público y piensa que le van a juzgar por que no lo hacen bien, pero en realidad la gente es muy agradecida y si ve que te preocupas por tu negocio, ellos responden porque te estás preocupando por ellos también".
Almudena explica que el curso, promovido desde el Ayuntamiento de Reinosa, pretende "motivar al comerciante a montar escaparates, enseñándole a conocer su espacio y los elementos que dispone para sacarles más partido". De momento, "trabajando en grupo se están consiguiendo grandes cosas, los comerciantes me han dado una gran satisfacción porque son muy participativos y unos grandes artistas", asegura.
Para ver la evolución de ese "vendedor silencioso" que es el escaparate, los curiosos (y potenciales clientes), puede acercarse a Bistt, Chat, Zapateria Nayara, Viajes Reinosa, Peluquería Araceli, Bd, Zapateria Rubén Arroyo, Estudio 3C, Angelotes y Danielas, Bogart, 1+1 y Muebles Duque.