El Ayuntamiento de Bárcena de Pie de Concha homenajeó ayer a 15 vecinos mayores de 90 años. En el acto participó el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que les hizo entrega de "las pulseras mágicas" del Año Jubilar Lebaniego, "bendecidas por el Papa", así como camisetas conmemorativas y un escudo del municipio con el nombre de cada uno de los nonagenarios grabado en él.
En el centro de usos múltiples repleto de familiares y vecinos, ante una pancarta en la que podía leerse: "Bárcena, un hogar para vivir", Revilla reivindicó el trabajo de las generaciones "que nos precedieron y que conformaron lo que Cantabria es en la actualidad". Rememoró a "los trabajadores mixtos, a los que trabajaron en la mina, en la madera o al cuidado del ganado", así como al papel de la mujer y su contribución al desarrollo regional.
El jefe del Ejecutivo estuvo acompañado por el alcalde de Bárcena de Pie de Concha, Agustín Mantecón, el concejal de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Basurto y otros miembros de la Corporación local. El regidor municipal hizo entrega a Revilla de una placa en reconocimiento a "su continua colaboración con los vecinos de Bárcena".
"Una vida digna para los mayores"
El presidente subrayó la importancia de "una vida digna para los mayores, atendidos con una buena sanidad, buenos hospitales y residencias"; recordando que el Presupuesto de Cantabria destina el 75% de sus fondos a sanidad, educación y dependencia. Revilla afirmó que "hoy hemos conseguido llegar a la vejez con cierta calidad de vida" y ha dejado claro que "la mayor revolución de nuestros días no es el móvil, ni el avión, sino la esperanza de vida".
Una conmemoración distinta del 1 de Mayo
Mantecón defendió el homenaje a los más ancianos como una forma diferente de celebrar el 1 de Mayo. Tuvo un recuerdo emocionado para la efemérides del 1 de mayo, evocando a las mujeres que perdieron su vida en Chicago por reivindicar la jornada de ocho horas y también a Gonzalo Ruiz, trabajador de la Naval de Reinosa que perdió la vida en los incidentes de 1987.
Tras el acto de reconocimiento a los más ancianos del municipio se celebró una comida popular elaborada por la Asociación de Mujeres la Calzada Romana, en la que se dieron cita una multitud de vecinos y visitantes, y que dio paso a una actuación musical.