La vespa velutina o también llamada avispa asiática (con un tamaño tres veces superior al habitual) llegó a Europa en el 2004 en el interior de un buque de frutas procedente de China que arribó al puerto de Burdeos; de ahí se ha ido extendiendo al resto de Europa mientras que a España llegó en 2013. Hoy en día su presencia ha alcanzado incluso la comarca de Campoo. Esta avispa también es conocida por su curiosa dieta que se basa principalmente en abejas aunque también se alimentan de otros insectos, incluso se las ha visto atacando a una cría de ratón. Para tener un conocimiento básico sobre la avispa asiática contamos con las explicaciones del presidente de la Confederación en Defensa de la Abeja en la Cornisa Cantábrica, Carlos Valcuende; el Presidente de la Asociación montañesa de apicultores, César Alonso; y del presidente de la Asociación de Apicultores Campurrianos, Javier de Celis.
La vespa velutina, también llamada avispa asiática o asesina, precisa Valcuende, es originaria de China y del sureste de la India, llegó a Europa en el 2004 a bordo de un carguero que llevaba frutas al puerto de Burdeos, Francia y de ahí se fue extendiendo al resto de Francia hasta llegar a España a través de Irún (Guipúzcoa). Seis años después de su llegada a territorio francés se fue extendiendo (y lo sigue haciendo) al resto de la cornisa cantábrica, y en Cantabria se hizo presente en el 2013. Ahora mismo está presente por toda la cornisa cantábrica: País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia así como en Extremadura, el norte de Burgos y de Palencia, Cataluña, Navarra, Islas Baleares y Valencia. Además de en España, la avispa asiática se ha extendido a otros países europeos como Portugal, Italia, Bélgica y en algunas zonas de Alemania.
Por otra parte, los daños que produce se distribuyen en 4 niveles distintos:
- Nivel 1: Riesgo medioambiental debido a que es una gran devoradora no sólo de abejas sino también de diversos insectos con lo cual repercute en una pérdida de biodiversidad ya que un nido de vespa velutina en su pleno apogeo, que suele ser más o menos en el verano (julio, agosto y septiembre) pueden llegar a comer un kilo de insectos al día por lo que produce pérdida de biodiversidad y también problemas en la polinización en las plantas por la muerte de insectos polinizadores.
- Nivel 2: Daños económicos en la apicultura y en la fruticultura, sobre todo en los viñedos, en los arándanos, en la producción de manzanas, peras y ciruelas. En la apicultura produce daños por todas las abejas que se comen y debido a ello las abejas cogen miedo, no se atreven a salir de sus colmenas, con lo cual no crían y no producen miel y al final en el invierno llegan débiles y se mueren más pronto que tarde.
- Nivel 3: Problemas de seguridad ciudadana pues esta avispa prefiere hacer sus nidos en las zonas urbanas, ya que en ellas es posible encontrar más alimento y más resguardo donde cobijarse.
- Nivel 4: Riesgos en los trabajos forestales en donde pueden llegar a ser peligrosas pues si ven a cualquier ser vivo que esté a menos de 5 metros de él lo consideran una amenaza y le atacan y como es una avispa que tiene 3 centímetros de largo puede provocar graves daños en la salud del individuo. Por si fuera poco, su picadura es bastante dolorosa y en caso de ser alérgico, si no se trata adecuadamente, puede llegar a provocar la muerte.
Cómo combatirla
Para expulsar a la vespa volatina se están aplicando en la actualidad diferentes métodos como son el trampeo de reinas fundadoras en primavera y otoño, la retirada de los nidos o el trampeo de abejas obreras en los colmenares en verano cuando se producen los ataques. Por desgracia, apuntan los expertos, estos métodos de lucha no están dando resultado previsto ya que esta especie de avispa sigue avanzando.
Ciclo biológico
El ciclo biológico de la avispa es anual, esto quiere decir que el nido, cuando llega el final del otoño o el principio del invierno las avispas se mueren y continúa al año siguiente. En octubre salen entre 150 y 200 reinas del nido ya fecundadas, se esconden para invernar durante el invierno bien en rocas, construcciones humanas como garajes o cobertizos, leñeras; en sitios resguardados del frío y del agua y cuando llega la primavera ellas salen y se alimentan y empiezan a construir un nido primario, que tiene forma de naranja grande de color ocre claro. Cuando llega junio de ese nido salen unas cuantas avispas obreras que se trasladan generalmente a un árbol en donde hacen ya el nido secundario el cual es el más grande. A partir de entonces empieza a crecer cada vez más (varios centímetros a la semana) y en verano es cuando los ataques son más cuantiosos y por ello son más peligrosas.
Para saber cómo se producen esos ataques, César Alonso, Presidente de la Asociación montañesa de apicultores, que además fue un damnificado por la presencia de la vespa velutina, apunta que "cuando las avispas entran en un colmenar tarde o temprano atacarán al resto de éstas y las colmenas con las abejas más débiles son a las que más atacan".
Cuando las avispas atacan a las colmenas se ponen delante de la colmena para atacar a las abejas que vienen cargadas con polen y néctar ya que al venir con ella se mueven de manera más lenta y por ello es más sencillo para ellas cogerlas. Se ponen de espaldas a la colmena volando como si de un helicóptero parado se tratara, esperando a las abejas que vienen de fuera. Cuando las abejas no se atreven a salir de su colmena por miedo a los ataques, las velutinas se posan en la piqueda para atrapar a aquellas que están asomadas en la entrada sin llegar a salir por miedo.
Las velutinas cuando cazan a una abeja obrera la tiran al suelo y ya aturdidas las trasladan a un árbol donde las cortan la cabeza pues lo que quieren es su tórax. Después se llevan los restos al nido en donde se servirán como comida para las larvas, explica el apicultor.
"Tenemos un vídeo en donde se ve como cogen a una cría de un ratón. Al pesar tanto el ratón no puede con él, pero se ve a la avispa arrastrarla intentando llevársela al nido", sostiene César Alonso.
Incidencia baja en Campoo
Por su parte, Javier de Celis, presidente de la Asociación de Apicultores Campurrianos, ofrece algunos datos sobre la presencia de esta avista en la comarca: "en Campoo ha habido una incidencia muy baja con respecto a ataques de esta especie de avispa invasora, aunque ya se empieza a notar su presencia, es más, el primer avistamiento de una vespa velutina fue a finales de 2015 y ahora, a finales de 2016 se han detectado algunas más. Incluso se ha quitado un nido de avispa asiática en Reinosa, en la zona del Híjar, entre Sorribero y la fábrica de la Naval."
Por último, recomiendan a aquellas personas que estén expuestas al contacto con la avispa asiática vestir trajes especiales de mayor grosor que los convencionales puesto que el aguijón de esta especie invasora perfora el traje típico de los apicultores. No obstante, aseguran que si te encuentras un nido de avispa asiática hay que llamar inmediatamente al 112 que se encargará de enviar especialistas a la zona.