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La balconada

El arte de curar

El doctor Bueno, internista en Hospital Tres Mares, apuesta por el ingreso domiciliario frente al hospitalario

Un fonendo. Un cuaderno de dibujo. Al lado una plumilla y detrás de todo ello, el doctor Juan Bueno, asturiano de avilés, que une sus dos pasiones, la medicina y el arte en su vida diaria. Llegó hace dos años a Hospital Tres Mares para formar parte del equipo de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria. Un servicio que le cautivó desde que hizo su residencia en Valdecilla, por la forma de trabajar y la relación con el paciente. Confiesa sentirse muy a gusto en Hospital Tres Mares.  Reconoce que es un Centro pequeño en el que se cuenta con menos medios que en otros, pero indica que esa carencia se suple con el aire familiar que se respira. "Aquí nos conocemos todos e intentamos echarnos una mano, en los hospitales grandes se pierde un poco el sentido de equipo, siendo más marcada la división por especialidades médicas" manifiesta el internista.

Lo que más le gusta de su trabajo es el trato con el paciente. A su juicio, el ingreso domiciliario tiene varias ventajas sobre el hospitalario. El paciente no se halla en un medio hostil, sino que está en su hogar rodeado de sus familiares y el equipo médico es el invitado. Entiende que, de alguna forma, se equilibra un poco la relación. En este sentido, asegura que los pacientes hospitalizados "se encuentran en un lugar que no les gusta y no saben bien que les van a hacer". Además, afirma que esta circunstancia, lleva a muchos a creer que ingresar en el hospital es sinónimo de estar grave, cuando muchas veces no es así. Por otra parte, cuando los pacientes están en su domicilio "es como si tuvieran más esperanzas de curarse" señala Bueno.
Cuando sale por la puerta a visitar a algún enfermo, el especialista, junto con su maletín siempre lleva un cuaderno de dibujo, para ejercer su otra gran pasión, el arte, disciplina que practica desde que era muy pequeño cuando intentaba copiar los dibujos de los tebeos. Por ello, cuando comenzó el colegio sus padres le apuntaron a clases de pintura a las que asistió hasta el bachillerato.  Ha practicado muchas técnicas artísticas entre ellas óleo, carboncillo, pastel, acuarela o acrílicos, pero con la que se siente más cómodo es con la plumilla. Aunque generalmente, combina varias de esas técnicas en una misma obra.

Dibujar le ayuda a meditar. Cuando está dibujando, en su mente fluyen pensamientos e ideas no solo del dibujo que está realizando, sino también de cosas relacionadas con su vida, entre las que obviamente, está el trabajo y sus pacientes. En su cuaderno recoge cualquier cosa que se le ocurre. Si tiene una idea la plasma en el papel. A veces, esas ideas terminan siendo un dibujo y otras, se quedan como un simple boceto. El cine, junto a la música son otras de sus aficiones. "Es raro el día que no haya escuchado nada de música, además esto se complementa bien con el dibujo ya que puedo hacer las dos cosas a la vez" apunta.

Por último, para el año en curso, en la situación en la que nos encontramos, pide mayor responsabilidad por parte de todos, "desde la gente corriente hasta los que nos dirigen".

*Pilar Lorenzo Diéguez estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en el Diario Montañés y en la Agencia EFE. También dirigió el Periódico El Cañón de Reinosa. Actualmente trabaja en el Servicio de Administración de Hospital Tres Mares. Además, desarrolla su afición, la escritura creativa, escribiendo relatos, reconocidos con algún que otro premio literario.*