Angelines Balbás, embajadora campurriana donde las haya, acaba de iniciar una nueva etapa en su vida tras jubilarse como ordenanza en el Centro de Mayores de Reinosa, puesto que ha ocupado los últimos 30 años.
La vecina de Requejo inició su vida laboral en el antiguo ambulatorio de Reinosa, para continuar en 1998 en el actual Centro de Salud y, el 10 de marzo de 1993, pasó a trabajar en el Hogar de la Tercera Edad, un edificio del Ayuntamiento de Reinosa, que durante la alcaldía del socialista Daniel Mediavilla se cedió al IMSERSO. Ahora, después de 30 años trabajando en este centro como ordenanza, recuerda que el Hogar cuando entró el primer día, estaba completamente vacío "solamente estaban las puertas, lo demás fue llegando poco a poco, pues al público se abrió el 20 de octubre".
El pasado viernes,28 de abril, fue su último día de trabajo. "Considero que es buen momento para poner en valor el propio Centro Social de Mayores, sus múltiples efectos positivos en la sociedad ya que está abierto a la colaboración y participación". Un lugar, apunta, "muy bien preparado para el ocio creativo, para desarrollar el potencial de cada persona, crear y fomentar lazos de amistad".
"Nací en Requejo, donde nacieron también mis padres, desciendo de una familia ganadera, que siempre se ha preocupado por el bien colectivo y, esa es la huella que nos han dejado, el amor por el trabajo y el confiar que trabajando se mejora la vida", explica Balbás. "Tengo dos hermanos, me casé muy joven y, con 26 años ya tenía 4 hijos, dicho así parecen muchos, pero la verdad es tendría que haber tenido alguno má,s por lo bien que me salen", apostilla sonriendo.
"Con mi marido Rafa he estado casada 43 años maravillosos e intensos. Rafa siempre dijo que había conseguido con creces su objetivo, una familia numerosa y una ganadería de la cual estamos muy orgullosos. Ahora me toca seguir adelante y procuro hacerlo con ilusión, no sólo por mí, sino por mis hijos y sobre todo por mis tres nietos, que son mi prioridad", explica la campurriana.
Angelines Balbás es titular de una extensa ganadería, presidenta de la Asociación Cultural "La Riguera" y de la Asociación de Mujeres, las dos de Requejo, coordinadora en Cantabria de la Federación Nacional de la Mujer Rural, socia del grupo "Ganaderas en Red" y, por supuesto, gran defensora de la mujer rural, pues para Balbás, "el futuro de los pueblos depende en gran medida del esfuerzo de la mujer".
La mujer rural y los jóvenes
Según explica y reivindica, "en Campoo la mujer ha trabajado mucho. La mujer trabajaba, mandaba y disponía, pero administrativamente era invisible, y no generaban derechos por sí mismas. La mujer no se daba de alta en Agraria al considerarlo un gasto inútil". "Cuando se ha conseguido que la mujer cotice en Agraria, no ha tuvo la repercusión que se esperaba, al coincidir con la disminución de la rentabilidad y haciendo difícil el cotizar el hombre y la mujer por separado, al no poder afrontar ese gasto".
Sobre qué se debería mejorar en el mundo rural para que los jóvenes apuesten por los pueblos, en opinión de Angelines Balbás es clave, siempre opinando sobre mi Campoo querido, "establecer una relación donde todos ganen desde un punto vista ambiental, social y económico. A los jóvenes hay que educarles en el respeto e introducir el modelo de las bondades de vivir en un pueblo.
Es fundamental un cambio de mentalidad". "Para mí, en esta comarca tenemos muy buenos servicios y estoy convencida que es el sitio ideal para vivir", afirma. "Es muy importante el trabajo, como la educación y el acceso a una buena sanidad, pero no debemos olvidar lo vital que resulta el acceso a la vivienda, que en el mundo rural es más complicado y, del atractivo ocio-creativo necesario para que los jóvenes apuesten por los pueblos".
Angelines Balbás ha llevado el nombre de Campoo por muchos rincones de España y Europa, además de participar en muchos programas de televisión. "El primero estoy casi segura -apunta- fue un programa de Joaquín Arozamena 'En buena hora' y asistimos como público con la ronda de Requejo en el programa de Ana Rosa Quintana. Tenemos que volver, pues nos trataron muy bien. También participé en el programa 'Audacia' de Jordi Estadella, que me llevé un dinero. En programas de Carlos Sobera participé en dos, me acuerdo de 'Atrapa un millón', y participé en los programas 'Entre platos anda el juego' y, el del 'Precio Justo' con el gran presentador Joaquín Prat.
En reconocimiento de su actividad en la promoción de actos sociales y como entusiasta animadora e impulsora de las asociaciones, la Peña Campurriana de Santander la otorgó hace 13 años la Pantortilla de Oro.