Soy una reinosana residente en Londres y querría, a través de Vive Campoo, si es posible, hacer publico y enviar mi más profundo agradecimiento a varias personas del personal de Enfermería del Hospital Tres Mares: Cristina, Javier, Emma y Pablo.
Sin la ayuda y compasión de estas personas yo no hubiera podido tener las que (sin yo saberlo entonces) iban a ser mis últimas y brevísimas (a veces solamente de unos segundos) conversaciones con mi padre.
Mi padre falleció el pasado viernes, dia 28 de enero, y desgraciadamente no pude ir a Reinosa a decirle adiós.
El toque personal es tan importante en ciertas profesiones, sobre todo en las que tienen que ver con un contacto tan íntimo. Ese toque personal continuó ayer, cuando llamé al hospital para expresar mi agradecimiento: el enfermero que cogió la llamada sabía quién era yo (por el numero "tan largo" que le aparecía en el telefono, y de quién era hija.
Estas personas me ayudaron a mantener el contacto casi diario con mi padre, con quien, desde que me fui de Reinosa, solía mantener largas conversaciones los domingos por la mañana, ya que para el los domingos era el día más aburrido, pues "todo esta cerrado y la gente no sale".
Mi padre y yo solíamos hablar y discutir sobre todo tipo de temas, pues mi padre, que en paz descanse, tenía su opinión para casi todo y le encantaba el debate, como todos quienes le conocieron podrán testimoniar ...
Quisiera que los "Angeles del Tres Mares" (que así es como los recordaré) sepan que ese minuto durante el que por varios días se apiadaron de mi y ayudaron a mi padre a sostener el teléfono para hablar conmigo (ya que estaba demasiado débil para hacerlo él mismo) lo conservaré como un valioso tesoro, ya que fue el último contacto que tuve con él, que en paz descanse.
Desde Londres, un cordial saludo, y muchas gracias por su ayuda.
