El Pleno del Ayuntamiento de Reinosa ha aprobado que el Teatro Principal pase a llamarse "Teatro José Andrés García", un gesto profundamente simbólico para todos aquellos que compartimos con él escenarios, aulas, viajes y momentos que hoy forman parte de la memoria cultural y afectiva de nuestra juventud.
José Andrés García no solo ha sido el fundador de Corocotta Teatro, del Certamen Nacional de Teatro de Reinosa y de la Muestra Escolar de Teatro. Fue, para varias generaciones, el adulto que sabía mirar a los niños y jóvenes con una mezcla de intuición y cariño, capaz de descubrir talentos allí donde otros solo veían timidez o curiosidad. En las muestras escolares era habitual verle fijarse en un gesto, una voz, una manera de escuchar... y de ahí surgía su invitación mágica:
"¿Te apetece probar en Corocotta?"
Así llegaron al teatro muchos jóvenes que hoy recuerdan con gratitud aquel primer empujón: Javi, María, Vero, Susana, Cobo, Elena, Ruth, (y aún siguen subidos a un escenario ), y tantos más que sería imposible nombrar sin dejar a alguien fuera. Él ha sido el responsable de abrirles la puerta a un mundo en el que han aprendido a confiar en sí mismos, a trabajar en equipo y a disfrutar del arte como un juego serio y maravilloso.
Su propia historia teatral comienza en su juventud, en el Grupo de Teatro Sánchez Díaz de Reinosa, donde se forjó esa mirada capaz de ver lo que otros no veían y de creer, sin reservas, en el poder transformador del teatro.
Quienes han vivido experiencias con él, guardan anécdotas que hoy provocan sonrisas cómplices. Es imposible olvidar aquel giro imposible de brazo que parecía que se iba a dislocar cada vez que explicaba un movimiento, o esas cenas en las que, sin previo aviso, se ponía a lanzar la vajilla para repartir entre los comensales, creando caos y risas que duran toda la vida.
Y, por supuesto, están los viajes. Aquellas excursiones a festivales, encuentros o actuaciones fuera de Reinosa, donde el trayecto era casi tan importante como la actuación. En su coche -siempre cargado hasta arriba de atrezzo, vestuario y nervios-, José Andrés convertía el camino en una aventura. Más de uno recuerda cómo, de repente, aceleraba a lo fitipaldi, o iba a paso de pulguita, según que le rondara en su cabecita. Con él, viajar era parte de la experiencia, parte del aprendizaje y parte de la magia.
Para muchos, José Andrés es el hilo invisible que ha unido generaciones muy distintas, creando un espacio común donde cada persona encuentra su sitio, su voz y su historia.
El "Teatro José Andrés García" será, para siempre, el lugar donde su legado siga respirando.
"Andrés, este teatro llevará tu nombre, pero nosotros llevamos tu huella. Gracias por mostrarnos que el escenario no era un lugar: es una forma de vivir, una familia."
Andrés. Te queremos











