El 14 de noviembre, alumnos de 3º y 4º de Primaria del Colegio San José, acompañados por los profesores Berta Gutiérrez, María García, Jesús Carazo y Juncal Díaz, acudieron a la Semana de la Ciencia organizada por la Universidad de Cantabria para presentar algunos de los proyectos que habitualmente trabajan en el aula, mediante las STEAM. A esta representación se sumó un grupo de representantes de 2º de ESO, quienes trabajan de forma continuada mediante proyectos, acompañados por los docentes David Tejido y Daniel Rucandio, pioneros en la introducción de estas nuevas metodologías en el centro.
Tras el éxito de las metodologías STEAM en cursos de la ESO, este año se decidió introducir estas metodologías como sistema para desarrollar proyectos en otras etapas. Así, han sido ahora los cursos de 3º y 4º de Primaria los que se han aventurado en el mundo científico "de mayores", pero a lo largo del curso lo harán los niveles restantes. La satisfacción es evidente al ver cómo los alumnos disfrutan mientras aprenden pero lo ha sido aún más, cuando la Universidad de Cantabria permite a estos jóvenes formar parte de la Feria de la Ciencia como ponentes.
Dos han sido las propuestas de investigación medioambiental presentadas: una charca y una estación meteorológica. Junto a nuestros pequeños científicos, asistieron además los alumnos de la ESO encargados del proyecto VSG, mediante el cual mostraron el funcionamiento de un jardín vertical. En palabras de Jesús Carazo (profesor de Primaria) "realmente ha sido un premio para los estudiantes haber podido mostrar sus trabajos al mundo universitario, incluidos el decano y profesores especialistas en Ciencias, así como a profesores y alumnos de otros centros de Secundaria".
Son muchos los ingredientes que hacen del STEAM un modelo aconsejable en el aprendizaje, tales como la necesidad del trabajo en equipo, el trabajo práctico en laboratorio o la colaboración necesaria entre distintas disciplinas del currículo. Los alumnos se preguntan de forma constante qué están haciendo, para qué les va a servir, qué modificaciones harían en otra ocasión. Es decir, son más conscientes de su propio aprendizaje. Por otra parte, el STEAM responde a la urgencia en nuestra sociedad de mejorar su capacitación en investigación científica.
Cuando un niño de 8, 9 o 10 años pregunta insistentemente que cuando van a continuar con su proyecto se está dando un pequeño paso para el alumno, pero un gran paso en la implicación futura de estos niños en la resolución de los problemas que el mundo les demandará.