Este mes de diciembre se cumplen veinte años de la rehabilitación del acceso a la torre de la iglesia de Villanueva de Las Rozas. Las obras que finalizaron en diciembre del año 2003 contaron con un presupuesto cercano a los 50.000 euros, financiados entre el Ministerio de Medio Ambiente y, el Gobierno de Cantabria, dentro del Programa de Restitución Territorial en el entorno del Embalse del Ebro.
El proyecto inicial consistió en elaborar un mirador mediante la construcción de un pantalán o pasarela por encima del agua hasta la torre de la iglesia, donde también se fabricó una escalera interior que finaliza, tras el ascenso por el desnudo muro, hasta una plataforma mirador en el campanario. Desde entonces, la torre de la iglesia de Villanueva es uno de los puntos más fotografiados y conocidos del sur de Cantabria y del entorno del Embalse del Ebro.
Años más tarde, desde el Consistorio de las Rozas de Valdearroyo se solicitó a la Consejería de Turismo la recuperación y adecuación del acceso, independientemente del nivel de las aguas del pantano, agravada, además, por la rotura de la pasarela, en su mayor parte debido, según el estudio encargado por Turismo, a falta de mantenimiento y algunos defectos constructivos.
Una de las reivindicaciones del regidor municipal de Las Rozas, además de reconstruir los tramos rotos de los 56 metros de pasarela, fue la de permitir acercar al visitante a este entorno natural, pues unos metros antes del espacio habilitado para aparcamiento y comienzo de la senda, existía una zona encharcada, debido a la falta de pendiente de este lugar que provocaba que las aguas se extendiesen libremente por este espacio de aparcamiento.
Así, entre 2018 y 2019, con financiación de la Consejería de Turismo se ejecutó, también por estas fechas, el proyecto de acondicionamiento y rehabilitación, de este entorno, con el objetivo de poner en valor elementos del Patrimonio cultural y paisajístico de este municipio campurriano.
Las obras comenzaron con la canalización de las aguas pluviales en el paso bajo de la línea de ferrocarril y su encauzamiento hasta las postrimerías del pantano. También se mejoró la señalización del acceso, mediante un nuevo cartel informativo y la ubicación de mojones de piedra para señalizar correctamente la senda. Se elevó el nivel de la senda, entre los metros 100 y 165 mediante material del propio lugar y una pequeña aportación exterior para la base y pavimento. Junto a esta actuación se reconstruyó el murete de sillares situado en la plataforma de acceso a la pasarela y rellenado de la misma para aumentar su cota. Además, se sustituyeron pilares, vigas, viguetas, barandillas y pavimento de pino norte que se encontraba roto o deteriorado. Por último, se reforzaron todas las uniones, pintando toda la estructura con pintura epoxi para su protección, con la colocación de un poste de seguridad y salvamento.
El pantano se heló en 2005
