Treinta municipios de Cantabria (el 28,43 por ciento del conjunto) se encuentran en riesgo de despoblamiento. En estos momentos, cuentan con menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado y más de la mitad de ellos (en 16 municipios) subsisten con menos de 500 habitantes.
La inmensa mayoría de esos ayuntamientos padecen, además, una serie de problemas comunes, como son el envejecimiento, el aislamiento geográfico, dificultades de integración territorial con otras regiones, falta de conexiones de transporte e internet, ausencia de servicios sociales adecuados, y menores dotaciones de capital humano y oportunidades de empleo, lo que determina su mayor declive económico.
Estos son algunos de los datos que se publicaron el paasado martes en la orden que aprueba la Delimitación de Municipios Afectados por Riesgo de Despoblamiento en Cantabria, que fija el territorio prioritario y "urgente" de actuación de las políticas autonómicas para hacer frente a este problema, tal y como ha destacado la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, que lidera en el Gobierno regional las políticas de actuación en esta materia.
Según ha explicado, una vez identificados los municipios de mayor riesgo, Cantabria tiene la "base de partida" para contar "a corto plazo" con una estrategia de actuación en el territorio, algo que es "prioritario" para el Gobierno autonómico, y ha recordado la constitución del Consejo Asesor y de cuatro grupos de trabajo en cuatro áreas preferentes para el medio rural: conectividad, sanidad y dependencia, educación e industrialización y talento.
Sobre la conectividad, la consejera de Presidencia ha opinado que se trata actualmente de una de las áreas "fundamentales" de actuación en el Gobierno de Cantabria. "Hay que facilitar que las empresas y los vecinos puedan trabajar en el medio rural", ha señalado la consejera, y ha recordado los trabajos de la Consejería de Innovación para facilitar la banda ancha en todo el territorio y las demandas que con este objetivo ha trasladado Cantabria y otras comunidades al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
También ha apuntado la importancia de que los pueblos cuenten con adecuados servicios sociales, sanitarios y educativos, entre otros, así como políticas de vivienda para fijar población en el medio rural.
Ha recordado que Cantabria coordina y coopera con otras autonomías afectadas por este problema, a través del Foro de Comunidades con desafíos demográficos, y ha apuntado la reclamación conjunta al Gobierno de España para que el reto demográfico sea un directriz estratégica en el reparto de los fondos de recuperación europeos.
"El Gobierno de Cantabria y los miembros del Consejo Asesor para la Lucha contra del Despoblamiento estamos comprometidos para luchar con más fuerza si cabe frente a este grave problema", ha subrayado la consejera, quien ha apuntado las oportunidades y el cambio mentalidad generado por la pandemia que ha hecho que el mundo rural recobre "un mayor protagonismo".
"En los pueblos se vive bien y si las administraciones conseguimos que el medio rural cuente con los servicios necesarios se nos presenta una oportunidad de oro de mejorar la calidad de vida de todos", ha concluido.
30 municipios de actuación prioritaria
El Gobierno de Cantabria ha delimitado a través de esta orden 30 municipios de actuación prioritaria por riesgo grave de despoblamiento, para lo que ha tenido en cuenta la demarcación territorial en zonificación de Montaña.
En la Montaña Occidental, los municipios en riesgo severo son Cabezón de Liébana, Cabuérniga, Camaleño, Lamasón, Los Tojos, Peñarrubia, Pesaguero, Polaciones, Rionansa, Tresviso, Tudanca y Vega de Liébana. Es una de las áreas cántabras con menores niveles de renta y una densidad poblacional muy baja, con una de las más altas tasas de dispersión de Cantabria (del 64,19%).
En la Montaña Central (Campoo-Iguña) se localizan otros diez municipios en especial riesgo: Cieza, Hermandad de Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Pesquera, Las Rozas de Valdearroyo, San Miguel de Aguayo, Santiurde de Reinosa, Valdeprado del Río, Valdeolea y Valderredible. Como recoge la orden, se trata de municipios que es preciso revitalizar por su pequeño tamaño poblacional, con una densidad de población media de 12,19 por ciento.
En la Montaña Oriental (Valles del Pas, Pisueña, Miera y Asón Agüera) se localizan Arredondo, Luena, Miera, Ruesga, San Pedro del Romeral, San Roque de Riomiera, Soba y Vega de Pas, otros ocho municipios en riesgo severo de despoblamiento con una densidad de población de 9,54 habitantes por kilómetro cuadrado; una tasa de dispersión media muy alta, ya que casi un 63,3 por ciento de la población vive en núcleos distintos del principal, y presenta también unos elevados niveles de envejecimiento.
Además, 8 municipios se consideran de actuación preferente por su alta dispersión poblacional y elevada tasa de envejecimiento (superior al 30 por ciento), que son Cillorigo de Liébana, Herrerías y Ruente (en la Montaña Occidental); Anievas, Arenas de Iguña, Bárcena de Pie de Concha y Molledo (en la Montaña Central) y Rasines (Montaña Oriental), y se presta un tratamiento especial y diferenciado al Valle de Villaverde, por su particular idiosincrasia, al estar enclavado dentro del territorio de Vizcaya.