Javier González Moreno y Óscar Valle acaban de autoeditar el Anexo I de ‘Arte sobre ruedas', el libro matriz que recopila la historia de las Carrozas y las peñas de Reinosa y al que ahora se le añaden las creaciones de la última década. Sus autores han presentado este viernes en La Casona el nuevo libro; un desfile de tinta y color sobre 104 páginas que incluye más de 140 fotografías entre las que se puede disfrutar de este singular arte autóctono a través de las 55 obras de la última década y que recoge la evolución de la tradición carrocista en Reinosa. Un periodo de cambios del que destacan la expecional calidad de algunos desfiles pero también la falta de devotos para veranear en el Ferial y hundir sus manos en yeso. En esta entrevista analizan la actualidad carrocera y apuntan varias ideas para intentar mantener la tradición de un arte cuyo porvenir pasa por una responsabilidad compartida.
- ¿Qué os ha animado a sacar esta segunda parte de ‘Arte sobre ruedas'?
- Afortunadamente, la tradición sigue viva y es algo dinámico. Hay transformaciones, novedades y cambios que son dignos de destacar. No queremos por nada del mundo que en el futuro pase lo que nosotros nos encontramos. Un vacío total de información acerca de las carrozas en nuestra ciudad. Pretendemos poner en valor el trabajo de mucha gente, su arte y su dedicación. Que cualquiera que haya participado en su elaboración pueda tener un recuerdo para siempre de su paso por ellas y de su grupo de amigos. Y, por supuesto, que ello sirva de motivación para esos mismos carrocistas u otros y continúen con su historia.
- ¿A quién va dirigida esta nueva publicación?
- Este Anexo I va dirigido obviamente a cualquiera que tenga el volumen de 2010, pero especialmente a todos esos carrocistas mencionados que han contribuido en esta década a que esto siga vivo.
- ¿Cómo lo habéis documentado?
En cuanto termina la edición de cada año nosotros recopilamos todos los datos de ese San Mateo, añadiéndolos a las estadísticas y bases de datos que creamos en su momento para "Arte sobre ruedas". El trabajo colosal fue el de recopilación y documentación en la hemeroteca de Santander en aquella edición. Ahora, con el trabajo continuo de cada año, se hace más fácil todo. Aun así, casi cuatro meses nos ha llevado la labor de selección, redacción y maquetación hasta ver el volumen terminado.
- ¿Cuántas personas y carrozas desfilan por esta década de 'Arte sobre ruedas'?
- Cincuenta y cinco carrozas más ha habido en estos diez años, con varios cientos de personas participando activamente en su elaboración. O eso al menos nos gustaría creer.
- ¿Destacaríais una peña, una carroza y una talla entre todas las de la década?
- Es difícil destacar una carroza. Afortunadamente ha habido algunos desfiles históricos por el nivel de los acabados, la puesta en escena, la climatología y la masiva afluencia de público. Se han acabado los eternos y vergonzantes retrasos en los desfiles gracias al compromiso de los peñistas y la mejora de la organización de los mismos, y ello ha contribuido a la imagen general de la fiesta y la participación. Tenemos especial debilidad por el talento, la creatividad y la constancia de una agrupación como Cuines-Sierpes, con un elenco de grandes artistas dignos de destacar.
- ¿Por qué se ha caracterizado esta década carrocera y cómo la definiríais?
- Esta década se puede caracterizar sin duda por cambios en el concurso. Cambio de fechas, declaración de Fiesta de Interés Turístico, etc. Pero técnicamente podríamos destacar el comentado nivel alcanzado en la calidad de los acabados de las figuras, los atrezos y la puesta en escena de los conjuntos. Carrozas compactas, de mayor porte, con una figura principal que cohesiona el conjunto de figuras secundarias. Como lunares vemos la excesiva repetición de temas y el dato inequívoco de que dos o tres peñas deban agruparse para sacar adelante una única carroza.
- Si miramos la evolución del Desfile de Carrozas, la década no se inicia con la misma vocación que con la que concluye ¿en qué momento histórico se encuentran ahora las Carrozas?
- Es sintomático el dato anterior e indicativo de que algo no funciona en el relevo generacional. En una sociedad que gira entorno a la individualidad y un móvil, el colectivismo está en grave riesgo. La captación y la afición de los más pequeños, que lleguen a conocer la tradición y a continuarla es una obsesión de nuestra asociación Kant-iber. Esperemos que la sensibilidad del Consistorio en este ámbito nos ayude a llevar a cabo iniciativas al respecto.
- Como especialistas en la materia, ¿qué medidas se deben adoptar para que pueda resurgir este arte tan ligado a la juventud reinosana y en la comarca?
-Estamos convencidos que el trabajo con los colegios y los más pequeños es la solución para que las carrozas tengan buena salud. Siempre hay veteranos entusiastas que los pueden ayudar y enseñar. De los que pueden aprender. Precisamente, nuestros libros estarán ahí para que vean con perspectiva que esto viene de lejos, merece la pena mantenerlo y es una alternativa lúdica atractiva para sus veranos. Desde Kant-iber pretendemos proponer a los colegios y al Ayuntamiento un concurso de carrozas en miniatura para los escolares y, si es viable, una colección de cromos sobre la historia de las carrozas, para que todos puedan conocer la tradición. Tal vez un libro sea algo farragoso para ellos, pero una colección de cromos no.
- ¿De quién es la responsabilidad para que las carrozas sigan desfilando en San Mateo?
- Sin duda, la responsabilidad del mantenimiento de una tradición esta en la sociedad, garante de que la misma no se pierda. Una responsabilidad compartida con la institución municipal que la representa. Un Ayuntamiento debe dotar de medios y organización suficientes para que aquella sociedad pueda mantenerla. Y mimar a los protagonistas. Pero creemos que alguna generación no ha sabido transmitir y motivar lo suficiente a sus hijos para que continúen con las carrozas. En ocasiones hasta los han disuadido, perdiendo una gran oportunidad de que esos jóvenes aprendan a trabajar en grupo, lo que es el esfuerzo compartido sin mayor premio que el orgullo y la satisfacción, no algo material, y, sobre todo, conseguir un sentido del grupo y de pertenencia a un pueblo que siempre caracterizó a los reinosanos. Un gesto tan sencillo como dar un paseo periódicamente al Ferial con un crío pequeño, puede hacer más de lo que puede parecer porque las carrozas se perpetúen.
- ¿Sois optimistas? ¿Veremos ‘Arte sobre ruedas 2020-2029'?
- Nos obligamos a ser optimistas. Por eso nos implicamos y dedicamos tiempo, esfuerzo y arriesgamos dinero con una autoedición de un libro. Creemos que es hacer Reinosa y, solo por ello, nos merece la pena. Son tiempos complicados para la implicación de los jóvenes, pero si se consigue involucrarles y que el Ayuntamiento les ayude a ello ... hay futuro. Creemos que, para lograrlo, sería necesaria la creación de una Comisión de carrozas formada por veteranos carrocistas y un representante municipal, que sirva de asesor y ordenador de la tradición. Lo vemos oportuno e importante. Por lo demás, ojalá que podamos ver ese Anexo II en diez años. Será síntoma inequívoco de que algo se ha hecho bien y hay carrozas. Y de que seguimos aquí para contarlo.
- ¿Por qué las Carrozas de San Mateo son un arte?
- Sin duda lo son. Tienen un proceso creativo de planificación, otro proceso escultórico con los armazones y finalmente plástico, con la talla y la pintura. No sólo es arte, sino que es arte multidisciplinar y completo. Si además culmina en una fiesta y es una fábrica de orgullo de pueblo ... No se puede dejar caer.
* Arte sobre ruedas. Reinosa: historia de las Carrozas y sus peñas-Anexo 1. 2010-2019' etará a la venta en un único punto de venta en Miguel de Célis Fotografía y Enmarcaciones, a partir del sábado día 1 de Febrero a un precio de 16 euros.*
