Esta madrugada se hará efectivo el primer signo adelantado de la proximidad del invierno, el cambio de hora. A las tres de la madrugada habrá que retrasar las manecillas del reloj hasta las dos.
Este cambio, que no suele gustar a muchos, permitirá a los dormilones disfrutar un poco más y los más fiesteros alargar la noche, pero la mala noticia es que el sol se esconderá una hora antes a partir de este domingo, marcando así el inicio del periodo más frío del año y con menos horas de luz.
Esta costumbre de atrasar el reloj en hora en invierno y adelantarlo en verano se empezó a usar de forma generalizada en 1974 para poder aprovechar mejor la luz del sol (y consumir menos electricidad) tras la primera crisis del petróleo.
Sin embargo, el cambio de hora no es universal. Los países de la Unión Europea ajustan sus relojes en bloque, mientras que algunas regiones de Canadá y Estados Unidos, como Arizona y Hawaii, tienen un solo horario para todo el año.