Más de un centenar de personas, entre las que destacaron este año los niños, desafiaron ayer a la niebla, que se quedó por debajo de la cima, para disfrutar de la subida nocturna al Liguardi y de unas vistas únicas.
La décima edición de esta actividad organizada por Asociación Cultural y Deportiva de Proaño partió sobre las 19.00 horas desde Proaño para recorrer unos 6 kilómetros (1.000 metros de desnivel positivo) en un tiempo aproximado de 2.30 horas.
Desde la organización, que han agradecido a todos su participación, habilitaron un avituallamiento y punto de control en la zona de Portillos y al regreso se ofreció un lunch para todos los participantes en el local de la asociación.